Un varón de 46 años diagnosticado de psoriasis en placas hace 27 años, que nunca había presentado clínica articular axial ni periférica. En los últimos años el paciente había respondido mal a la fototerapia UVBBE, metotrexato, ciclosporina, etanercept, adalimumab, ustekinumab e infliximab, y en el momento de la visita presentaba numerosas placas generalizadas (PASI 10), por lo que se decidió iniciar tratamiento con ixekizumab subcutáneo a la dosis habitual. Después de la primera dosis de 160mg, el paciente refirió artralgias generalizadas migratorias que se intensificaron tras la segunda dosis de 80mg, llegando a ser invalidantes, por las que se consultó de urgencia al reumatólogo. A la exploración física destacaba dolor e importante limitación de la movilidad de la columna cervical sin afectación de raquis lumbar ni de sacroilíacas (test de Schober normal y maniobras sacroilíacas negativas), dolor y limitación de cinturas escapular y pelviana, dolor y leve tumefacción de carpos, y dolor sin tumefacción en tobillos, rodillas y pequeñas articulaciones de los dedos de las manos. El número de articulaciones dolorosas (NAD28) era de 10 (carpos, rodillas, hombros, y segundas y terceras metacarpofalángicas bilaterales), y el número de articulaciones tumefactas (NAT28) era de 2 (carpos). Con estos hallazgos se diagnosticó de artritis paradójica y, de acuerdo con el paciente, se suspendió ixekizumab iniciándose tratamiento con prednisona oral 20mg/día en pauta descendente hasta suspensión en 10 días, con la práctica resolución del cuadro articular. Al finalizar la pauta de corticoides se empezó tratamiento con secukinumab 300mg a la dosis habitual, y tras 10 meses de seguimiento conjunto por parte de dermatología y reumatología, el paciente ha mejorado mucho de su psoriasis (PASI 1) sin presentar ningún efecto adverso ni síntoma articular.
Ixekizumab es un anticuerpo monoclonal IgG4 humanizado que actúa neutralizando la IL-17A. Los datos de los ensayos clínicos muestran una alta eficacia para tratar pacientes con psoriasis en placas1 y artritis psoriásica2, con un perfil de seguridad aceptable3 y sin efectos adversos en las articulaciones. En nuestro caso, la aparición brusca de síntomas articulares en un paciente sin antecedentes de artritis, cronológicamente coincidiendo con las inyecciones de ixekizumab, junto con su desaparición progresiva tras la suspensión del fármaco, sugiere una relación causal entre el fármaco y el acontecimiento adverso. En la literatura hay descritos casos de aparición de artritis psoriásica «paradójica» coincidiendo con el uso de tratamientos biológicos para tratar la psoriasis en placas, tales como efalizumab4, etanercept, adalimumab5, infliximab y ustekinumab6, sin embargo, no hemos encontrado casos publicados con los fármacos inhibidores de la IL-17. La aparición de estas artritis psoriásica paradójica demuestra la complejidad patogénica de esta enfermedad.
En conclusión, hasta la fecha no había descritos efectos adversos articulares con ixekizumab, pero en este caso la aparición de artritis paradójica obligó a suspender el tratamiento. Se requieren estudios de seguimiento a largo plazo para determinar la frecuencia y causalidad de este efecto adverso.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.