Presentamos el caso de una mujer de 35 años, diagnosticada de síndrome de Laugier-Hunziker 20 años antes, que consultó sobre las posibilidades de tratamiento estético de unas máculas pigmentadas coalescentes en el bermellón de ambos labios (fig. 1A), que afectaban asimismo a la zona mucosa parcialmente.
Fotografías clínicas de la paciente. A) Situación basal. B1) Reacción inmediatamente posterior al tratamiento de prueba puntual con láser Nd:YAG Q-switched. B2) Reacción inmediatamente posterior al tratamiento de prueba puntual con láser CO2. C) Situación 3 semanas después de tratamiento de prueba. Se puede apreciar cómo las 2 zonas tratadas muestran aspecto similar en cuanto a desaparición de la pigmentación. D) Respuesta al tratamiento completo con láser Nd:YAG Q-switched 1 mes después de la sesión. E) Imagen un año después de sesión completa registrada en imagen C, con recidiva parcial en el labio inferior, que fue posteriormente tratada con éxito siguiendo el mismo esquema terapéutico.
Tras obtener el consentimiento informado, y bajo anestesia tópica, se realizó tratamiento de prueba de una zona puntual en la vertiente derecha del labio inferior con láser Q-switched de neodimio:YAG 1.064nm (fig. 1B1) a 1.500mJ/cm2 y de otra en la izquierda con láser CO2 (fig. 1B2) 0,9 vatios, 50 herzios, permanencia, modo DEKA® HP (Florencia, Italia), un modo propio del láser con menor permanencia de cada disparo, que no requiere gel, genera menor calor local, y hace que funcione de forma parecida a un láser de Erbio:YAG. Se indicaron curas con crema de betametasona al 0,05% y gentamicina al 0,1%, 2 veces al día, los 3 días posteriores al tratamiento. A lo largo de las 2 semanas siguientes se recomendó la aplicación al menos una vez al día de un apósito líquido en gel. La evolución clínica consistió en: 1) aparición de ampollas hemorrágicas e inflamación (más evidentes en el lado tratado con láser de CO2) que se desarrollaron durante las 72 h posteriores al tratamiento, y 2) al séptimo día, las ampollas dieron paso a erosiones superficiales que se resolvieron por completo en 2 semanas.
En la revisión a las 2-3 semanas se apreció que los 2 tratamientos fueron igual de efectivos (fig. 1C), si bien hubo inflamación y molestias más persistentes en la zona tratada con CO2, por lo que se optó por el que obtuvo un mejor postoperatorio para la paciente.
Un mes tras esa única sesión de láser Q-switched, la paciente presentaba una desaparición prácticamente completa de las máculas pigmentadas tanto en el labio superior como en el inferior (fig. 1D). Un año después, habían reaparecido aisladas máculas en labio inferior (fig. 1E), que se trataron nuevamente con éxito.
El síndrome de Laugier-Hunziker es un trastorno benigno e idiopático, caracterizado por una hiperpigmentación macular mucocutánea que afecta principalmente a la región labial, en forma de máculas marrones a negras, asintomáticas. Hasta en un 60% de los casos, se acompaña de melanoniquia longitudinal y signo de pseudo-Hutchinson1. Histológicamente, se caracteriza por la acumulación de melanina en los queratinocitos basales y por un abundante número de melanófagos en la dermis superficial2. Su diagnóstico es clínico y de exclusión, debiendo descartar otras entidades que cursan con hiperpigmentación mucocutánea y afectación sistémica como: el síndrome de Peutz-Jeghers, la enfermedad de Addison y el síndrome McCune-Albright, entre otros2. El tratamiento es estético y entre las opciones terapéuticas efectivas descritas en la literatura se encuentran la crioterapia, los láseres Q-switched Nd:YAG 532nm y 1064nm, Q-switched Alejandrita, Erbium:YAG, CO2 y diodo1-4. La literatura existente al respecto es escasa y se ha descrito fundamentalmente el tratamiento con láser Nd:YAG Q-switched de 532nm. No obstante, en las lesiones pigmentadas orales de distinta índole una revisión sistemática describió el uso de diferentes dispositivos de luz con longitudes de onda variables5. Creemos, además, que el uso de una longitud de onda mayor contribuye a tratar los estratos superficiales y profundos al mismo tiempo. También es sabido que puede tratarse con CO2 de una manera menos selectiva, pero igual de efectiva. Por ello se realizó prueba terapéutica en la paciente, cuya experiencia previa con otros tratamientos fue infructuosa.
En el presente manuscrito consideramos relevantes varios puntos. El primero, la comparación de 2 láseres en la misma paciente, con efecto final equivalente, que abre la puerta a alternativas terapéuticas en centros con disponibilidad limitada de fuentes de luz. El segundo, la documentación fotográfica de cada uno de los pasos seguidos, que puede ser útil para mostrar en consulta a pacientes con situación similar que deseen tratamiento estético de su hiperpigmentación. El tercero, el seguimiento a más largo plazo del caso, que ayuda a conocer la evolución postratamiento y creemos que puede ayudar a planificar aquellos casos que quieran mantener tratadas de forma más extendida en el tiempo las lesiones.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses relacionado con el contenido del presente artículo.