El carcinoma de células de Merkel (CCM) es un carcinoma neuroendocrino cutáneo con comportamiento agresivo, tendencia a recaer localmente y metastatizar, y con una mortalidad elevada. Clásicamente, los pacientes se han tratado con combinaciones de cirugía, radioterapia y quimioterapias intensivas1. Recientemente, la US Food and Drug Administration ha aprobado la inmunoterapia, concretamente con avelumab (anti-PD-L1) y pembrolizumab (anti-PD-1), para el tratamiento de pacientes con CCM. Gran parte de la investigación del CCM se focaliza en la inmunoterapia, pero también hay nuevos avances en el seguimiento de los pacientes, centrados en el poliomavirus de células de Merkel como causante de la mayoría de los CCM.
En octubre de 2010, Paulson et al. publicaron en Cancer Research 2 hallazgos relevantes basados en la comparación de 205 casos de CCM y 530 controles2. En primer lugar, que los pacientes con un CCM presentaban unos niveles séricos elevados y mantenidos de anticuerpos contra las proteínas de la cápside del poliomavirus de células de Merkel. No obstante, estos anticuerpos también se detectaban en más de la mitad de los controles sanos, traduciendo una infección previa por poliomavirus de células de Merkel y, por lo tanto, limitando su utilidad. En segundo lugar, que los anticuerpos contra antígenos asociados al tumor (oncoproteínas del poliomavirus) son más específicos de pacientes con un CCM, encontrándose solo en el 0,9% de los controles (en bajo título) frente al 40,5% de los casos. Además, observaron una variación en los niveles de estos anticuerpos en función de la evolución de los pacientes, con un descenso de los títulos en los casos sin recurrencia y un ascenso en los casos de progresión2.
Más recientemente, el mismo grupo publicó en Cancer los resultados de un estudio de validación prospectivo realizado en una cohorte de 219 pacientes con un diagnóstico reciente de CCM y seguidos una mediana de 1,9 años. Los pacientes con anticuerpos positivos contra oncoproteínas del poliomavirus (seropositivos) presentaban unos tumores menos agresivos, independientemente de su edad, sexo, estadificación y estado inmunológico. En los pacientes seropositivos con una respuesta satisfactoria al tratamiento y sin recurrencia, los títulos de estos anticuerpos descendieron hasta hacerse negativos en una mediana de 8,4 meses. Por otro lado, los aumentos y descensos en los títulos de las serologías durante el seguimiento tenían un valor predictivo positivo del 66% y un valor predictivo negativo del 97% para las recurrencias, respectivamente3.
Por tanto, la determinación de los títulos de anticuerpos contra oncoproteínas del poliomavirus basales (previos al inicio de tratamiento) y durante la evolución (en caso de pacientes seropositivos) tiene una utilidad pronóstica y para el seguimiento3,4. De hecho, esta serología ha sido incluida en las guías del National Comprehensive Cancer Network 2018 del CCM: «quantification of Merkel cell polyomavirus oncoprotein antibodies may be considered as a part of initial workup; seronegative patients may have a higher risk of recurrence; in seropositive patients, a rising titer may be an early indicator of recurrence»5.
El tratamiento y el seguimiento de los pacientes con CCM requiere de un equipo multidisciplinar y el dermatólogo tiene un papel fundamental. Los centros de referencia en oncología dermatológica quizá deberían plantearse implementar la serología contra la oncoproteína del poliomavirus por su utilidad en el seguimiento de estos pacientes.