Un varón de 45 años de edad acudió con fiebre intermitente, pérdida de peso y apetito durante dos meses. En el examen se detectó linfadenopatía generalizada, infiltración eritematosa débil en los lóbulos (fig. 1A y B Fig. 1), y púrpuras lineales no palpables (víbices) que comprometían el tronco y las extremidades (fig. 1C y D).
Las pruebas cutáneas Slit® fueron negativas para bacilos ácidorresistentes. La biopsia del lóbulo derecho reveló infiltrado dérmico de linfocitos atípicos de moderado a denso, mostrando un alto ratio núcleo:citoplasma (fig. 2A–C Fig. 2), positivo para CD34 (fig. 2D), CD7 (fig. 2E), mieloperoxidasa (fig. 2F), TdT (fig. 2G), consistente con cutis leucémico (CL). Se detectaron blastocitos en la prueba periférica (18%) y el aspirado de la médula ósea (85%), siendo la inmunofenotipicación consistente con leucemia linfoblástica aguda (ALL) temprana de precursores de células T. No existía compromiso extramedular, por lo que se inició el protocolo para ALL en adultos.
La infiltración cutánea de células leucémicas en la leucemia sistémica o CL puede manifestarse en forma de pápulas, nódulos y placas solitarias/múltiples, localizadas/diseminadas, siendo infrecuentes los informes de otras presentaciones morfológicas, que a menudo imitan lesiones leucémicas cutáneas no específicas. Es más común entre los varones mayores, con leucemia mieloide aguda o leucemia linfocítica crónica (LLC).1
La infiltración en el lóbulo es una presentación interesante y localizada de CL, previamente reportada en la LLC, pero no en ALL2. La biopsia fue esencial para excluir otros diferenciales clínicos tales como lepra, linfomas, pseudolinfomas, rosácea granulomatosa, lupus vulgaris, sarcoidosis, perniosis lúpica.