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Vol. 112. Núm. 10.
Páginas 951-952 (noviembre - diciembre 2021)
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Carta científico-clínica
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Signo de la cometa en la dermatitis por Pyemotes
Comet Sign in Dermatitis Due to Pyemotes Species
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A. Pulido Pérez
Autor para correspondencia
ana.pulido@salud.madrid.org

Autor para correspondencia.
, M. Bergón-Sendín, I. Hernández-Aragüés, R. Suárez-Fernández
Servicio de Dermatología, Hospital General Universitario Gregorio Marañón, Madrid, España
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La presencia de trayectos lineales o serpiginosos representa un signo cutáneo característico de algunas parasitosis. En nuestro medio, aunque existen casos autóctonos de larva migrans cutánea, la mayoría de los casos se diagnostica en viajeros procedentes del trópico1. Sin embargo, esta morfología admite un diagnóstico diferencial más amplio en pacientes que no han viajado a áreas tropicales, en el que cabe incluir al signo de la cometa. A continuación, se describe este hallazgo como forma de presentación de la dermatitis por Pyemotes spp. en dos pacientes adultos.

Una mujer de 25 años, sin antecedentes dermatológicos relevantes, consultó en el mes de mayo por la presencia de lesiones pruriginosas en los miembros inferiores de 72h de evolución. No asociaba sintomatología extracutánea ni había aplicado preparados tópicos. En la exploración se detectaron varias máculas poligonales de las que partían trayectos eritematosos no dolorosos (fig. 1). Como antecedente describía haber permanecido varias horas en un alojamiento rural en Segovia escasamente frecuentado el resto del año. La mayor parte del mobiliario era de madera y en él se observaban pequeños orificios acompañados de serrín, como signos de infestación por carcoma. En la dermatoscopia se visualizó una microvesícula que centraba las máculas poligonales (fig. 2). En la biopsia cutánea se observó un infiltrado dérmico compuesto por eosinófilos y linfocitos, en ausencia de cambios epidérmicos. Se indicó crema de betametasona como tratamiento sintomático, con lo que se obtuvo la resolución de las lesiones en 72h (fig. 3).

Figura 1.

Múltiples lesiones que muestran el «signo de la cometa» en el miembro inferior de la paciente del caso 1.

(0.02MB).
Figura 2.

Imagen dermatoscópica correspondiente a las lesiones del caso 1.

(0.05MB).
Figura 3.

«Signo de la cometa» en las lesiones del abdomen del caso 2.

(0.04MB).

Una mujer de 58 años consultó en el mes de junio por la aparición de múltiples máculas eritematoedematosas, centradas por una microvesícula, de las que partían trayectos serpiginosos, similares a las descritas en el caso 1, pero de mayores dimensiones. El cuadro había comenzado 72h antes, tras haber permanecido una semana en un alojamiento rural en el norte de Italia. Inicialmente había consultado en el servicio de urgencias de un centro sanitario italiano, donde habían prescrito doxiciclina. Dada la progresión de las lesiones, a su regreso a España,decidió solicitar una segunda opinión en nuestro centro. Interrogada por las características del lugar donde había permanecido, describía que se trataba de un refugio forestal construido y amueblado íntegramente con madera. Al informarle sobre la sospecha de dermatitis por Pyemotes spp., solicitó un estudio entomológico del lugar donde se había alojado, donde detectaron la presencia de carcoma en los muebles de madera, parasitada por ácaros del género Pyemotes. El cuadro se resolvió por completo tras la aplicación de metilprednisolona aceponato en emulsión durante 14 días.

En ambos casos se describen los hallazgos característicos de la llamada dermatitis por Pyemotes spp. Debe sospecharse en sujetos que presenten lesiones pruriginosas en áreas mayoritariamente expuestas y que hayan contactado con mobiliario de madera en alojamientos poco frecuentados (habitualmente cerrados durante largos períodos). En estos lugares es común encontrar larvas de especies de coleópteros que perforan la madera (carcoma). En muchas ocasiones, estas larvas se encuentran parasitadas por ácaros del género Pyemotes, siendo estos últimos los responsables de la clínica cutánea. Así mismo, se han documentado brotes ocupacionales en relación a tareas del campo como la cosecha, dado que Pyemotes spp. puede parasitar otros insectos que infecten el trigo, la cebada, los guisantes etc.2,3. Las lesiones cutáneas se desarrollarían tras el contacto con el ácaro (aproximadamente 24h) en ausencia de invasión epidérmica, con la consiguiente reacción inflamatoria. La mayor parte de los casos publicados en la literatura se produjo durante los meses de mayo a octubre, dado que Pyemotes spp. precisa de temperaturas cálidas (25°C) para completar su ciclo vital, dato epidemiológico que apoyaría el diagnóstico4.

Clínicamente puede presentarse en forma de pápulas eritematoedematosas con punto o vesícula central, similares a las producidas tras la picadura de otros artrópodos, aunque lo verdaderamente característico es el signo de la cometa5. Este último, descrito por Del Giudice et al. en 20076, se considera como una imagen específica de la dermatitis por Pyemotes spp. Inicialmente se forma una mácula eritematosa, de la que parte un trayecto lineal o serpiginoso a las 12-24h. A diferencia de la linfangitis bacteriana, no sigue un trayecto linfático definido hacia el ganglio de drenaje correspondiente, ni resulta doloroso. En el diagnóstico diferencial también se incluye al síndrome de larva migrans cutánea, en cuyos trayectos se observan cambios en la superficie, como consecuencia del desplazamiento de las larvas a través de la epidermis; en los casos de larva currens (infestación por Strongyloides stercoralis), los trayectos habonosos cambian rápido, con una velocidad aproximada de 10cm/h. El tratamiento es sintomático, dado que se trata de un cuadro autorresolutivo, una vez que cesa el contacto con el ácaro. Los esteroides tópicos y los emolientes pueden ayudar a controlar el prurito, principal síntoma descrito por los pacientes.

Bibliografía
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Pyemotes ventricosus dermatitis, southeastern France.
Emerg Infect Dis., 14 (2008), pp. 1759-1761
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J.B. Bellido-Blasco, A. Arnedo-Pena, F. Valcuende.
Comet sign (and other) in Pyemotes dermatitis.
Emerg Infect Dis., 15 (2009), pp. 503-504
[6]
P. Del Giudice, E. Caumes, C. Boissy, F. Leduff, P. Delaunay, V. Blanc-Amrane, et al.
An outbreak of creeping eruption in southern France.
Br J Dermatol., 157 (2007), pp. 824-825
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