«En los momentos de crisis, solo la imaginación es más importante que el conocimiento». Albert Einstein.
Huelga decir que estamos en un momento de cambios. El económico es por todos conocido y sus repercusiones alcanzan ya de forma evidente y palpable todos los aspectos de nuestra sociedad. Pero también es un momento de cambio en el mundo editorial, en el que probablemente solo la distancia del tiempo —pasados unos años— nos permitirá visualizar su honda y cruda profundidad. El vehículo que fundamentó los inicios de la prensa escrita y permitió la revolución en el desarrollo y transmisión de la información científica, es decir, la publicación en papel, se tambalea como mensajero y da un paso al lado en beneficio del imparable —al menos hoy en día lo parece— formato digital. Aunque el hojear con calma el último número de una revista dermatológica sigue siendo un placer, piensen los lectores cuándo fue la última vez que se acercaron a la biblioteca para hacer fotocopias de un artículo, o incluso dónde quedaron aquellas carpetas en las que se guardaban de forma metódica —más o menos en función de los hábitos y disciplina personales— por orden alfabético o temático las copias de artículos de revistas de referencia. El fácil acceso al formato pdf a través de bibliotecas digitales, o incluso directamente desde bases de datos como PubMed sin visitar la revista gracias a aplicaciones específicas, es hoy la fuente más habitual de consulta en el ámbito científico —nunca dejaremos de agradecer, hoy por hoy, el excelente servicio que la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) presta a todos los académicos a través de su acuerdo con la biblioteca de la Universidad de Cádiz—. Nunca antes la rapidez fue tan prioritaria, hasta el punto de que no pocas revistas prefieren facilitar el acceso a artículos en versión no definitiva antes que retrasar su publicación.
Pero no solo eso. El formato digital permite complementar la información publicada y enriquecerla con contenidos multimedia, favoreciendo incluso la interacción —es probable que pronto lo veamos de forma habitual— con los lectores en tiempo real a través de las páginas digitales de las revistas científicas o las redes sociales monográficas.
En estos tiempos de cambios hemos querido apostar fuerte por subir —sin saber, cierto es, el destino final del trayecto— al tren de la historia y crear una página propia e independiente dentro de la estructura editorial de Elsevier, con nuestra personalidad y nuestro perfil, y con una conformación al nivel de las revistas punteras de la especialidad. El acceso a la página de la revista estará disponible directamente desde internet en la página www.actasdermo.org. Para todos los académicos existe un link específico que permitirá su acceso a través de la página de la AEDV —desde la cual se mantiene el acceso directo—.
En la página principal —disponible en español y en inglés— los lectores accederán a la cabecera de la revista, dónde son visibles el logo de la AEDV y el índice del número actual. En un intuitivo menú, están disponibles pestañas para el apartado ahead of print, archivo, suplementos, información sobre el comité editorial y acceso directo a la acreditación (educación médica continuada). Uno de los apartados sin duda más atractivos es el de «multimedia», en el que se incluirán artículos en los que la iconografía imprime un especial valor añadido y una de nuestras más novedosas propuestas: los artículos con vídeo.
Artículos con vídeo. La nueva propuesta de Actas Dermo-SifiliográficasDespués de no poco esfuerzo por parte de todos los actores implicados —las nuevas propuestas, en el mundo editorial, suponen un trabajo mayor del que pueden hacer suponer incluso sus resultados—, los lectores de Actas Dermo-Sifiliográficas pudieron disfrutar en el pasado número de una nueva sección breve que se inicia con el artículo del Dr. Russo. Se trata de una sección con intención divulgativa y docente en la que se emplea el soporte multimedia, en forma de vídeos ilustrativos acerca de técnicas quirúrgicas. El texto de soporte pretende reafirmar de forma somera pero firme las propuestas mostradas en él. Aunque las técnicas quirúrgicas —de las cuales la dermatología española es decana y puntera— representan un ámbito idóneo para su desarrollo, es probable que pueda aplicarse a otros aspectos de la dermatología donde las imágenes sean un vehículo más adecuado e ilustrativo que las palabras. A través de un link, los lectores podrán visualizar en streaming el vídeo descrito en el texto.
Este y otros vídeos posteriores se incluirán indexados en el apartado multimedia recién habilitado en nuestra página
Retos para el futuroLa mejora —esperada desde hace tiempo— de la página web de Actas Dermo-Sifiliográficas no es un cambio de rumbo, sino un complemento a la edición en papel, por el momento el documento base de la revista. Una apuesta clara por hacer de Actas Dermo-Sifiliográficas un instrumento de calidad no solo en sus contenidos, sino también en su accesibilidad, en su capacidad de interacción y en sus posibilidades para proporcionarlos. La evolución digital de las revistas científicas supone ventajas pero también nuevos retos, ya que tiene un impacto negativo en una de las principales vías de financiación: la publicidad en papel. Esta circunstancia, junto al devenir de la coyuntura económica actual, hace presumir esfuerzos crecientes —pero decididos— por parte de la Junta Directiva de la AEDV en el mantenimiento y mejora de la revista.
Por nuestra parte, os pedimos —y agradecemos—, como siempre, vuestra dedicación y trabajo en el proyecto común, como autores, revisores o lectores de Actas Dermo-Sifiliográficas, con interés y opinión crítica, para seguir haciendo de nuestra revista la mejor tarjeta de presentación de la dermatología española en el mundo científico.
Un cordial saludo