Correspondencia: José Luis Alós Ribera. Avda. Meridiana, 384, 3.°, 1.ª 08030 Barcelona. España.
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Todo queda envuelto en un despliegue de oros, parece que la tierra duerma, aquietado el trigal por la resaca del sol último.</p><elsevierMultimedia ident="f0005"></elsevierMultimedia><p id="p0010" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Va decayendo la tarde cansada –de este día de septiembre–, ya entrado el otoño, desquitándose el campo y el cielo del humo de bochorno de toda la jornada.</p><p id="p0015" class="elsevierStylePara elsevierViewall">A medio camino, de frente, y viniendo hacia nosotros, se aprecia la delicada figura de un campesino, seguramente habituado hasta la saciedad a las fatigas del trabajo de sol a sol. Esa figura tosca y de blanda sencillez, tocada con sombrero de paja, se apoya con la mano derecha en un cayado, en franca actitud de reposo (todo él traspasado por una explosión de oros).</p><p id="p0020" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Se trata sin duda de un anciano, uno de tantos que ha vivido toda su vida en el campo, faenando la tierra día tras día, un anciano lugareño que regresa a su hogar.</p><p id="p0025" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Este viejo campesino siente un fino olor de tarde conventual, una respiración de paisaje que le complace enormemente, le ocupa de tierna congoja por los recuerdos, mientras retoma el hilo pensativo que traía, y cree que el paisaje ya no es lo que era; que esa paz, esa situación de júbilo, esa concienciación evocadora son estados reveladores que acaban disolviéndose en el correr ineludible del tiempo, como la última niebla de la madrugada, o ese sol tibio que se va hundiendo a través de un velo ensangrentado de nubes.</p><p id="p0030" class="elsevierStylePara elsevierViewall">En su quietud abismal, resta un aura de silencio monástico en lo que queda de la tarde, con su fragancia de semillas ardientes y maduras, con el zumbido breve de algún abejorro demorado, y el campo se hace más callado, más hondo, más en soledad.</p><p id="p0035" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Las primeras tonalidades del crepúsculo se van pintando en el cielo, entre efluvios naranjas y amarillos –como un mar de lava– tomando el vaporoso resplandor de un sol que parece recostarse sobre el amplio lecho del horizonte, como poseído de un profundo sueño.</p><p id="p0040" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Con este óleo –realizado con verdadero cariño– he pretendido poner de relieve el vasto deterioro que viene padeciendo la naturaleza, nuestro entorno vital, la tierra en la que hemos nacido, el cambio climático de sobra conocido, y que sin duda va a ser uno de los retos mayores a los que va a tener que enfrentarse el hombre en el recién estrenado siglo veintiuno.</p><p id="p0045" class="elsevierStylePara elsevierViewall">En el curso de mi dedicación a la pintura (aparte de la práctica dermatológica) y llevado de mi afán de representar en el lienzo los pormenores de las cosas, su naturaleza interior, su relieve mate, en suma, arrastrado por la evocación de lo vulgar, de lo perecedero (como muy bien supo plasmar a todo lo largo de su obra el gran Azorín), busco en el paisaje y sus gentes, la atmósfera y el colorido de una tierra todavía sana, con brillo, de cuyas raíces nacía el fruto que daba de comer a nuestros padres –«la tierra de nuestros padres»–, aquella suerte de hábitat que difícilmente tendremos oportunidad de volver a ver, a oír, a respirar, y que no obstante, y gracias al milagro que ejerce el arte (<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#f0010">fig. 2</a>) aún podemos felicitarnos, ya sea por medio de la música, de la pintura o de la literatura.</p><elsevierMultimedia ident="f0010"></elsevierMultimedia><p id="p0050" class="elsevierStylePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleDisplayedQuote" id="dq0005"><p id="sp0015" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleBold"><span class="elsevierStyleItalic">Sol de otoño</span></span></p><p id="sp0020" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleItalic">Nada te queda ya</span></p><p id="sp0025" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleItalic">sino este poco de sol que</span></p><p id="sp0030" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleItalic">de tarde en tarde llega, y</span></p><p id="sp0035" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleItalic">se detiene con parsimonia sobre</span></p><p id="sp0040" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleItalic">la frente enlutada de unos viejos</span></p><p id="sp0045" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleItalic">que velan la memoria de un tiempo</span></p><p id="sp0050" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleItalic">inexistente, abandonada a la tristeza…</span></p></span><span class="elsevierStyleDisplayedQuote" id="dq0010"><p id="sp0055" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleItalic">El ocio forzado que tus años representan</span></p><p id="sp0060" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleItalic">lejos ya de los días triunfales, de labor</span></p><p id="sp0065" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleItalic">fecunda y risas clamorosas,</span></p><p id="sp0070" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleItalic">(cuando el amor se erguía, invicto)</span></p></span><span class="elsevierStyleDisplayedQuote" id="dq0015"><p id="sp0075" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleItalic">Te ha vuelto más cauto y pesaroso,</span></p><p id="sp0080" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleItalic">distanciado de sueños vertidos al silencio,</span></p><p id="sp0085" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleItalic">que se llevan remotas promesas y deseos…</span></p></span><span class="elsevierStyleDisplayedQuote" id="dq0020"><p id="sp0090" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleItalic">Goza, pues, de este sol de otoño</span></p><p id="sp0095" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleItalic">como esos cuerpos fatigados,</span></p><p id="sp0100" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleItalic">atravesados por el resplandor límpido de</span></p><p id="sp0105" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleItalic">la tarde, y algún dolor sublime…</span></p></span><span class="elsevierStyleDisplayedQuote" id="dq0025"><p id="sp0110" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleItalic">Déjate llevar por este tiempo sagaz y omnipotente,</span></p><p id="sp0115" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleItalic">palpitando en lo más hondo de ti,</span></p><p id="sp0120" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleItalic">como la vida misma…</span></p></span></p><span id="s0005" class="elsevierStyleSection elsevierViewall"><span class="elsevierStyleSectionTitle" id="st0005">Melancolía y ámbar</span><p id="p0055" class="elsevierStylePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleDisplayedQuote" id="dq0030"><p id="sp0125" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleBold"><span class="elsevierStyleItalic">Como árboles</span></span></p><p id="sp0130" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleItalic">Después de todo hay hombres que no fui</span></p><p id="sp0135" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleItalic">y sin embargo quise ser</span></p><p id="sp0140" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleItalic">si no por una vida, al menos por un rato</span></p><p id="sp0145" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleItalic">por un parpadeo</span></p></span></p><p id="p0060" class="elsevierStylePara elsevierViewall">M<span class="elsevierStyleSmallCaps">ario</span> B<span class="elsevierStyleSmallCaps">enedetti</span></p><p id="p0065" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Se podría decir que los nuevos tiempos nos acechan. Vigilan nuestros movimientos, espían nuestros avances, escudriñan nuestros sentimientos, husmean nuestras debilidades, para dominarnos, para dirigirnos hacia el materialismo y la tecnología, como un gran hermano militante del agnosticismo más despiadado. Hoy sabemos, con cierto grado de decepción, que el amor se ha convertido en neurobiología pura definiéndose por una actividad en la zona tegmental ventral del cerebro y en el núcleo caudado, relacionados ambos con el sistema de recompensa. La dopamina, adrenalina, serotonina y oxitocina dirigen nuestras elecciones. El destino ya no está escrito en las estrellas sino en nuestro genoma, y la secuencia de nucleótidos que codifica la apolipoproteína E nos incluirá o no en la lista de candidatos al Alzheimer mucho antes de que podamos olvidarlo. Es ya una rutina la comunicación instantánea con los amigos que viven en las antípodas, y no resulta extraño ser tratados de nuestras enfermedades a miles de kilómetros con una bien empleada telemedicina.</p><p id="p0070" class="elsevierStylePara elsevierViewall">La sociedad cambia, crece y nos engulle como un monstruo voraz en un festín pantagruélico e insaciable.</p><p id="p0075" class="elsevierStylePara elsevierViewall">¿Hemos ganado operatividad, información, libertad, eficiencia, velocidad, bienes, poder, larga vida?</p><p id="p0080" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Sí, ciertamente. Sí.</p><p id="p0085" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Pero a la vez ¿hemos eliminado el tiempo, los recuerdos, la caridad, la dulzura, la pausa, la conversación?</p><p id="p0090" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Sí, ciertamente. Sí.</p><p id="p0095" class="elsevierStylePara elsevierViewall">El haz y el envés van siempre juntos, y la humanidad avanza entre el blanco y el negro. Hemos ganado y hemos perdido. Somos una amplia gama del azabache al marfil.</p><p id="p0100" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Pero cuando miro el cuadro de José Luis Alós Ribera, nuestro artista dermatólogo que ha venido a ocupar este rincón del arte de hoy, los ojos se me llenan de ámbar y melancolía. El color dorado me acoge, con esa percepción de fiesta que se acaba, con ese misterio de lo que fue y tal vez no será, con esa extraña fuerza del débil que nos arrastra sin remedio, con la piedad de la decadencia, con el temor del olvido. Siento que he perdido algo que tenía. Y lo siento serenamente, con la nostalgia de lo que fue, con la ternura de lo que amé, con la delicadeza de lo frágil, con el mimo de lo pequeño. Sin amargura.</p><p id="p0105" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Me sumerjo en los dulces colores del lienzo, y quisiera estar allí, invisible y silenciosa, impregnada de esos amarillos, naranjas y marrones que inexplicablemente, desde su desaliento, me gritan que aún estoy a tiempo, que aún somos hombres y mujeres capaces de retener entre nuestros dedos la fuerza de la vida, del sol y de la tierra. Que aún podemos hacer eterno lo destinado a morir.</p><p id="p0110" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Su pintura mueve al lirismo, a la intimidad, a la poesía. El pintor mismo se vuelve receptor de su propio mensaje, y se responde con esos versos sentidos, serenos y tímidos, que cantan rumorosos como el agua umbría de los manantiales ocultos entre la espesura. La imagen del atardecer del final del verano –así la veo yo– ha evocado en mí otras imágenes más verdes, más jóvenes, más apasionadas.</p><p id="p0115" class="elsevierStylePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleDisplayedQuote" id="dq0035"><p id="sp0150" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleItalic">Estoy tan cerca, tan cerca,</span></p><p id="sp0155" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleItalic">que los tréboles del suelo rozan mi cuello,</span></p><p id="sp0160" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleItalic">se engarzan en mi pelo,</span></p><p id="sp0165" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleItalic">se pegan provocadores en mis labios húmedos.</span></p><p id="sp0170" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleItalic">Una espiga de avena</span></p><p id="sp0175" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleItalic">se curva en el hueco tibio de tu axila.</span></p><p id="sp0180" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleItalic">Tu cuerpo se extiende como una ola,</span></p><p id="sp0185" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleItalic">se expande como una plaga</span></p><p id="sp0190" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleItalic">quebrando</span></p><p id="sp0195" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleItalic">el verde ejército de minúsculas lanzas.</span></p></span><span class="elsevierStyleDisplayedQuote" id="dq0040"><p id="sp0200" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleItalic">Estoy tan cerca,</span></p><p id="sp0205" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleItalic">tan cerca,</span></p><p id="sp0210" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleItalic">que puedo llenar el cuenco de tu mano</span></p><p id="sp0215" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleItalic">de besos lentos</span></p><p id="sp0220" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleItalic">sin moverme apenas.</span></p></span><span class="elsevierStyleDisplayedQuote" id="dq0045"><p id="sp0225" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleItalic">Estoy tan lejos,</span></p><p id="sp0230" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleItalic">que los árboles se pierden</span></p><p id="sp0235" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleItalic">y he de entornar los ojos</span></p><p id="sp0240" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleItalic">y hacer que crezcan mis pupilas para verlos.</span></p></span><span class="elsevierStyleDisplayedQuote" id="dq0050"><p id="sp0245" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleItalic">Estoy tan lejos,</span></p><p id="sp0250" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleItalic">tan lejos,</span></p><p id="sp0255" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall"><span class="elsevierStyleItalic">que no sé tu nombre.</span></p></span></p><p id="p0120" class="elsevierStylePara elsevierViewall">A estas reflexiones, a estos sentimientos, a estas emociones me ha llevado la pintura, la redacción, la poesía de José Luis Alós Ribera: centinela del tiempo perdido, soldado de la paz, dueño de la esperanza y la nostalgia.</p><p id="p0125" class="elsevierStylePara elsevierViewall">A esta melancolía teñida de ámbar.</p><p id="p0130" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Merece la pena, ¿verdad?</p><p id="p0135" class="elsevierStylePara elsevierViewall">A. 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2023 Noviembre | 61 | 22 | 83 |
2023 Octubre | 68 | 16 | 84 |
2023 Septiembre | 55 | 20 | 75 |
2023 Agosto | 54 | 15 | 69 |
2023 Julio | 79 | 30 | 109 |
2023 Junio | 45 | 26 | 71 |
2023 Mayo | 36 | 9 | 45 |
2023 Abril | 41 | 20 | 61 |
2023 Marzo | 57 | 26 | 83 |
2023 Febrero | 36 | 20 | 56 |
2023 Enero | 42 | 19 | 61 |
2022 Diciembre | 37 | 37 | 74 |
2022 Noviembre | 40 | 31 | 71 |
2022 Octubre | 49 | 23 | 72 |
2022 Septiembre | 33 | 43 | 76 |
2022 Agosto | 32 | 45 | 77 |
2022 Julio | 24 | 27 | 51 |
2022 Junio | 32 | 22 | 54 |
2022 Mayo | 19 | 39 | 58 |
2022 Abril | 39 | 19 | 58 |
2022 Marzo | 34 | 43 | 77 |
2022 Febrero | 19 | 31 | 50 |
2022 Enero | 24 | 40 | 64 |
2021 Diciembre | 30 | 42 | 72 |
2021 Noviembre | 20 | 31 | 51 |
2021 Octubre | 26 | 55 | 81 |
2021 Septiembre | 21 | 35 | 56 |
2021 Agosto | 23 | 13 | 36 |
2021 Julio | 13 | 25 | 38 |
2021 Junio | 15 | 28 | 43 |
2021 Mayo | 25 | 54 | 79 |
2021 Abril | 20 | 74 | 94 |
2021 Marzo | 54 | 25 | 79 |
2021 Febrero | 22 | 16 | 38 |
2021 Enero | 15 | 12 | 27 |
2020 Diciembre | 23 | 12 | 35 |
2020 Noviembre | 9 | 15 | 24 |
2020 Octubre | 14 | 6 | 20 |
2020 Septiembre | 9 | 12 | 21 |
2020 Agosto | 14 | 13 | 27 |
2020 Julio | 11 | 12 | 23 |
2020 Junio | 15 | 17 | 32 |
2020 Mayo | 23 | 19 | 42 |
2020 Abril | 20 | 14 | 34 |
2020 Marzo | 17 | 10 | 27 |
2020 Febrero | 1 | 0 | 1 |
2019 Julio | 1 | 2 | 3 |
2019 Mayo | 1 | 0 | 1 |
2019 Abril | 0 | 1 | 1 |
2019 Marzo | 1 | 8 | 9 |
2019 Febrero | 0 | 7 | 7 |
2018 Noviembre | 1 | 0 | 1 |
2018 Octubre | 1 | 0 | 1 |
2018 Septiembre | 4 | 0 | 4 |
2018 Julio | 0 | 1 | 1 |
2018 Febrero | 10 | 4 | 14 |
2018 Enero | 14 | 1 | 15 |
2017 Diciembre | 14 | 7 | 21 |
2017 Noviembre | 14 | 4 | 18 |
2017 Octubre | 11 | 1 | 12 |
2017 Septiembre | 10 | 4 | 14 |
2017 Agosto | 18 | 3 | 21 |
2017 Julio | 8 | 3 | 11 |
2017 Junio | 13 | 3 | 16 |
2017 Mayo | 10 | 3 | 13 |
2017 Abril | 18 | 3 | 21 |
2017 Marzo | 10 | 2 | 12 |
2017 Febrero | 8 | 1 | 9 |
2017 Enero | 9 | 2 | 11 |
2016 Diciembre | 16 | 4 | 20 |
2016 Noviembre | 23 | 3 | 26 |
2016 Octubre | 23 | 6 | 29 |
2016 Septiembre | 25 | 11 | 36 |
2016 Agosto | 16 | 5 | 21 |
2016 Julio | 12 | 5 | 17 |
2016 Junio | 6 | 8 | 14 |
2016 Mayo | 9 | 11 | 20 |
2016 Abril | 4 | 3 | 7 |
2016 Marzo | 2 | 2 | 4 |
2016 Febrero | 9 | 3 | 12 |
2016 Enero | 7 | 15 | 22 |
2015 Diciembre | 5 | 14 | 19 |
2015 Noviembre | 11 | 17 | 28 |
2015 Octubre | 7 | 14 | 21 |
2015 Septiembre | 6 | 6 | 12 |
2015 Agosto | 12 | 12 | 24 |
2015 Julio | 23 | 1 | 24 |
2015 Junio | 23 | 4 | 27 |
2015 Mayo | 41 | 11 | 52 |
2015 Abril | 30 | 12 | 42 |
2015 Marzo | 35 | 14 | 49 |
2015 Febrero | 37 | 14 | 51 |
2015 Enero | 42 | 11 | 53 |
2014 Diciembre | 43 | 6 | 49 |
2014 Noviembre | 32 | 8 | 40 |
2014 Octubre | 43 | 11 | 54 |
2014 Septiembre | 31 | 10 | 41 |
2014 Agosto | 52 | 17 | 69 |
2014 Julio | 57 | 14 | 71 |
2014 Junio | 56 | 17 | 73 |
2014 Mayo | 67 | 17 | 84 |
2014 Abril | 40 | 13 | 53 |
2014 Marzo | 47 | 15 | 62 |
2014 Febrero | 36 | 15 | 51 |
2014 Enero | 53 | 9 | 62 |
2013 Diciembre | 52 | 13 | 65 |
2013 Noviembre | 40 | 21 | 61 |
2013 Octubre | 42 | 21 | 63 |
2013 Septiembre | 34 | 20 | 54 |
2013 Agosto | 31 | 30 | 61 |
2013 Julio | 45 | 25 | 70 |
2013 Junio | 35 | 31 | 66 |
2013 Mayo | 35 | 14 | 49 |
2013 Abril | 35 | 20 | 55 |
2013 Marzo | 28 | 15 | 43 |
2013 Febrero | 45 | 7 | 52 |
2013 Enero | 18 | 5 | 23 |
2012 Diciembre | 23 | 14 | 37 |
2012 Noviembre | 17 | 4 | 21 |
2012 Octubre | 11 | 3 | 14 |
2012 Septiembre | 7 | 1 | 8 |
2012 Agosto | 2 | 1 | 3 |
2011 Mayo | 4 | 0 | 4 |
2011 Abril | 7 | 0 | 7 |
2011 Marzo | 7 | 0 | 7 |
2011 Febrero | 19 | 0 | 19 |
2011 Enero | 17 | 0 | 17 |
2010 Diciembre | 8 | 0 | 8 |
2010 Noviembre | 15 | 0 | 15 |
2010 Octubre | 16 | 0 | 16 |
2010 Septiembre | 24 | 0 | 24 |
2010 Agosto | 7 | 0 | 7 |
2010 Julio | 2 | 0 | 2 |
2010 Junio | 4 | 0 | 4 |
2010 Abril | 12 | 0 | 12 |
2010 Marzo | 28 | 0 | 28 |
2010 Febrero | 1 | 0 | 1 |
2010 Enero | 4 | 0 | 4 |
2009 Diciembre | 3 | 0 | 3 |
2009 Noviembre | 7 | 0 | 7 |
2009 Octubre | 10 | 0 | 10 |
2009 Septiembre | 3 | 0 | 3 |
2009 Agosto | 10 | 0 | 10 |
2009 Julio | 5 | 0 | 5 |
2009 Junio | 7 | 0 | 7 |
2009 Mayo | 17 | 0 | 17 |
2009 Abril | 9 | 0 | 9 |
2009 Marzo | 1 | 0 | 1 |
2009 Enero | 1 | 0 | 1 |
2008 Diciembre | 3 | 0 | 3 |
2008 Octubre | 2 | 0 | 2 |
2008 Septiembre | 1 | 0 | 1 |
2008 Agosto | 1 | 0 | 1 |
2008 Julio | 2 | 0 | 2 |
2008 Junio | 12 | 0 | 12 |
2008 Mayo | 4 | 0 | 4 |