Es realmente difícil plasmar en unas frases lo que ha representado una persona en tu vida.
Para mí es un verdadero orgullo rendir un merecido homenaje a la figura del Dr. Demetrio Luis Alvarado Moncayo.
Nacido en su querida Tarazona, el Dr. Alvarado cursó sus estudios de medicina en Zaragoza y la especialidad en su otra querida ciudad, Barcelona, en el Hospital Clínico con el Prof. X. Vilanova donde consiguió grandes méritos.
Su tesis doctoral se centró en el «Tratamiento de la sífilis precoz por inyección única de penicilina» donde obtuvo el grado de sobresaliente cum laude y un gran avance en el abordaje de esta enfermedad. Su actividad médica siempre se basó en la preocupación y dedicación hacia el paciente.
Formó parte de la Academia Española de Dermatología, donde ejerció de secretario de Actas Dermosifiliográficas, fue Académico de Honor de la Real Academia de Medicina de Granada y publicó múltiples trabajos sobre radioterapia superficial en terapéutica dermatológica.
Otra vertiente que le ocupó gran parte de su actividad fue la editorial. Gracias a su esfuerzo y tenacidad, como director, fundador o redactor, logró crear y mantener en un puesto destacado en el ámbito de consulta médica, las revistas Summa Dermatológica (1960), Nova Pediátrica (1963), Folia Dermatológica Terapéuticas y Experimental (1963), Catalunya Médica (1965) y Actualidad Dermatológica que, en primera fundación fue en 1961 y, posteriormente en 1990 hasta 2008; revista referente para la comunidad dermatológica.
Con él muchos de nosotros desarrollamos nuestra faceta profesional y personal.
Le gustaba muchísimo leer, ver su querido equipo «español» en el campo o en la televisión y participar en tertulias y partiditas de cartas …con sus amigos.
He simplificado en estas líneas su enorme capacidad profesional y humana, que ha dejado en quienes lo conocimos una huella imborrable.
Fue un gran maestro y mejor persona.
Siempre estarás con nosotros querido Luis.