El vitíligo es la discromía cutánea adquirida más frecuente y tiene un impacto en la calidad de vida de las personas que lo padecen1,2. El uso de camuflaje cosmético es una alternativa terapéutica a la que se puede recurrir con la intención de mejorar la apariencia de la piel y con ello la calidad de vida de los pacientes con discromías cutáneas3. Existen algunos estudios en los que se ha demostrado su efectividad4,5.

Se realizó un estudio cuasiexperimental no controlado de los pacientes con un vitíligo facial tratados en el Centro Dermatológico «Dr. Ladislao de la Pascua», en la Ciudad de México, de julio de 2017 a mayo de 2019. El objetivo fue evaluar el impacto que tiene el uso del camuflaje cosmético en la calidad de vida, a través de escalas genéricas y específicas, de estos pacientes. El estudio fue aprobado por los Comités de Ética e Investigación y los participantes del estudio firmaron consentimiento informado. Se reclutaron adultos con vitíligo con manchas en la región facial, independientemente de la variedad clínica y de la extensión de la enfermedad. Se excluyeron aquellos con otras enfermedades dermatológicas concomitantes que afectaran la cara, y a los que tuvieran enfermedades psiquiátricas (depresión y ansiedad) y/o alergia a cosméticos.

Se evaluó la calidad de vida con escalas específicas para la enfermedad (VitiQol) y genéricas (DLQI, EQ5D y SF36) en la visita inicial (V1) y a las 8 (visita 2 [V2]) y 16 semanas (visita 3 [V3]) del estudio. En todos los casos se utilizaron versiones validadas al español de México. Para comparar las puntuaciones de los cuestionarios de calidad de vida se utilizó la prueba de ANOVA de medidas repetidas para los datos con distribución normal. En caso contrario, se calculó la prueba de Friedman. Se consideró estadísticamente significativo un valor de p<0,05.

Se instruyó a los participantes para el uso de camuflaje cosmético mediante un taller impartido por un maquillista profesional. El producto utilizado fue Dermablend® de Laboratorios Vichy. Los autores no recibieron pago alguno por la realización de este protocolo y Vichy México no se involucró en el diseño, ejecución ni en el análisis estadístico. A todos los participantes se les indicó la aplicación del camuflaje cosmético durante 16 semanas.

Se reclutaron un total de 45 pacientes con vitíligo con afección facial. Del total de pacientes reclutados, 42 completaron dos visitas del estudio y 38 completaron las tres visitas programadas. Las variables sociodemográficas del total de la población reclutada se muestran en la tabla 1. Los cambios en la calidad de vida estadísticamente significativos en los diferentes cuestionarios, al inicio y al final de la intervención, se muestran en la tabla 2. Dentro de la interpretación de los resultados del cuestionario DLQI, se encontró que 27 (64,3%) de los pacientes presentaron un cambio de categoría, correspondiente al efecto que presenta el vitíligo en la calidad de vida: 18 (66,7%) mejoraron su calidad de vida en una, 6 (22,2%) en dos y 3 (11,1%) en 3 categorías, hallazgos similares a los observados por Ogenage et al.4. En nuestro estudio se demostró que existió un cambio positivo en la calidad de vida con el uso del camuflaje cosmético, que se vio reflejado en las primeras 8 semanas de intervención y que, de acuerdo con un análisis post hoc realizado, se mantuvo hasta el final del estudio (salvo para algunas categorías del cuestionario SF36). Estos hallazgos reflejan un cambio que ocurre poco tiempo después de iniciar la intervención, al igual que se ha observado en estudios similares en la población pediátrica6. La escala específica utilizada para medir calidad de vida en nuestro estudio fue el cuestionario ViTiQol, en el que se encontraron diferencias significativas en la puntuación al inicio y al final. Nuestro estudio es el primero en utilizar este instrumento para evaluar intervenciones en la enfermedad y demostró una correlación estadísticamente significativa (p<0,001) entre los cuestionarios DLQI y ViTiQol, de forma similar a un estudio previo de validación en la población mexicana7.

En función de las otras variables analizadas durante la intervención (sexo, edad, nivel educativo y ocupación) no se encontraron diferencias estadísticamente significativas que se mantuvieran al final del estudio.

En conclusión, aún con limitaciones (ausencia de un grupo control, comparación de otras intervenciones para mejorar calidad de vida, participantes en su mayoría del género femenino) nuestro estudio demostró que existe una mejoría en la calidad de vida en los pacientes con vitíligo que utilizaron camuflaje cosmético (fig. 1). Esta intervención demostró ser rápida, segura, con una adherencia adecuada y una buena satisfacción de los pacientes, por lo que representa una opción válida de complemento terapéutico del vitíligo.

Figura 1.

Paciente sin (A) y con (B) maquillaje de camuflaje.

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