En la consulta diaria, cada vez es más frecuente la demanda de los pacientes para la realización de rellenos o implantes dermatológicos, en relación con la corrección de arrugas superficiales o pliegues cutáneos marcados por el envejecimiento o bien para aumentar volúmenes en determinadas áreas (pómulos, labios, etc.). En muchas ocasiones somos nosotros, los dermatólogos, los primeros profesionales en realizar estos tratamientos, pero en otras los pacientes ya han sido tratados previamente, y son muchos los que ignoran el tipo de material que se les ha implantado o incluso niegan haber sido tratados con anterioridad, cuando en la exploración clínica se percibe lo contrario. Es en estas ocasiones cuando el desarrollo de la ecografía cutánea ha resultado ser una herramienta eficaz y fiable para poder realizar un diagnóstico en tiempo real sobre el tipo de relleno implantado, su localización y el estudio de posibles complicaciones que pudieran presentarse.
Requests for fillers or dermatological implants have dramatically increased in dermatology consultations in the last few years, either for the correction of superficial age-related wrinkles and cutaneous creases or to increase the volume of specific areas (cheeks, lips...). Dermatologists are often the first professionals to provide these treatments. Nevertheless, in other situations, the patients have already been treated, and many of them do not know the type of material that has been implanted or may even deny previous treatment, even when evident on clinical examination. In these occasions, cutaneous ultrasound is an effective and reliable tool for the real-time diagnosis of the kind of implant that has been used, its location, and the study of its possible complications.