Señor Director.
Los oncocitomas son neoplasias que se originan a partir de epitelios glandulares y secretores1. Histológicamente se componen de células poliédricas de citoplasma eosinofílico granular, el cual, al ser examinado de forma ultraestructural, presenta gran cantidad de mitocondrias1. Dentro de las localizaciones cutáneas, la carúncula ocular y el canto palpebral medial son los lugares de presentación más comunes2.
La incidencia de esta neoplasia en la carúncula es alrededor del 3 % de todas las biopsias de tumores de anejos oculares; en una serie publicada en Dinamarca por Ostergaard3, donde se recogieron los diagnósticos de 574 biopsias de lesiones de carúncula durante 25 años, fue del 2,8 %, en otra serie de 466 biopsias de carúncula realizada por Pecorella4 la frecuencia de oncocitoma fue del 2,7 %. Este tumor, además, es más común entre las personas adultas mayores y en las mujeres, con un promedio de edad de 73 años, y una razón hombre mujer de 1:54. Su comportamiento biológico es benigno, aunque se han descrito oncocitomas malignos5.
Presentamos el caso de un varón de 82 años de edad, que acude a un servicio de oftalmología en Colombia por un cuadro de un año de evolución de crecimiento de una lesión quística en el lado nasal del ojo izquierdo con sangrado ocasional. En el examen físico presentaba en la carúncula del ojo izquierdo una lesión polipoide redondeada de 7mm de diámetro, muy vascularizada, sin invasión de la piel del canto palpebral. Se realiza extirpación quirúrgica de la masa.
En el servicio de anatomía patológica se recibe un fragmento de tejido parcialmente revestido por epidermis que midió 1,2 × 1,1cm de diámetro mayor, en el cual se reconoce una lesión polipoide de color pardo rojizo intensamente vascularizada de 0,7 × 0,6cm de diámetro cruzado. Los cortes histológicos con la tinción de hematoxilina eosina mostraron un área de conjuntiva palpebral y bulbar correspondiente a la región de la carúncula, en la que se reconoce a nivel de la lámina propia una lesión tumoral benigna de origen epitelial constituida por células poliédricas de núcleo central ligeramente hipercromático y citoplasma granular eosinófilo, con bordes celulares bien definidos que se disponen en nidos sólidos asociados a congestión vascular y focos de microhemorragia (fig. 1). La tinción con PAS permite evidenciar el intenso contenido acidofílico granular en el citoplasma, correspondiente al elevado número de mitocondrias (fig. 2).
Se concluyó que la lesión correspondía a un oncocitoma de la carúncula ocular.
El oncocitoma, también llamado tumor oncocítico o adenoma de células oxifílicas, es un tumor que se origina a partir de células de epitelios glandulares y secretores. Se han descrito oncocitomas en diferentes localizaciones del organismo, principalmente en las glándulas salivales, paratiroideas, suprarrenales, la glándula tiroidea, el riñón, el aparato gastrointestinal y los anejos oculares1,2. La localización más frecuente en el ojo es la carúncula y el canto interno de los párpados, aunque también se ha comunicado su aparición en la glándula lagrimal y en la conjuntiva6.
Los oncocitomas de carúncula son lesiones con un crecimiento lento, alcanzando un tamaño promedio de 2 a 5mm, de características sólidas o quísticas2. Son asintomáticos, aunque en ocasiones se acompañan de reacción inflamatoria y se tornan de color rojizo. Generalmente se extirpan para establecer el diagnóstico y por razones cosméticas7.
Histológicamente, se caracteriza por la presencia de células poliédricas, con abundante citoplasma granular y eosinofílico8 (fig. 1). El citoplasma se tiñe con PAS y con ácido fosfotúgstico (fig. 2). Las células muestran positividad con anticuerpos frente a citoqueratinas de bajo peso molecular, y algunas de estas células tumorales son difusamente positivas para el antígeno carcinoembrionario. No son inmunorreactivas a vimentina, CD 68, proteína S 100 y anticuerpos monoclonales HMB-451,2. La microscopía electrónica ha demostrado que el citoplasma de estas células está ocupado por grandes cantidades de mitocondrias que poseen cristales en su interior1.
El diagnóstico diferencial debe establecerse con masas benignas de origen inflamatorio, papiloma, quiste dermoide y epidermoide, carcinoma basocelular, angioma y granuloma piógeno2.
Los oncocitomas de carúncula tienen una baja incidencia de recurrencias, y son catalogados como de comportamiento biológico benigno, aunque se han escrito casos de oncocitomas malignos de párpado que han sido denominados carcinomas oncocíticos5, y que se diferencian del benigno por su atipia celular, el carácter invasivo y el desarrollo de recidivas y metástasis. Durante el seguimiento clínico de 6 meses el paciente no ha mostrado recidiva de la lesión.
En conclusión, en nuestra revisión de la literatura no encontramos ningún informe de esta enfermedad en Colombia, por tanto presentamos el primer caso de esta lesión en nuestra región. Este tumor debe ser tenido en cuenta como diagnóstico diferencial en pacientes ancianos con lesiones en la carúncula de crecimiento lento. El tumor es de comportamiento benigno y una completa extirpación es su tratamiento definitivo.