Una mujer de 56 años, sin antecedentes de interés, acudió en el mes de octubre al Servicio de Urgencias por portar adherida al cuero cabelludo una garrapata (fig. 1). En los 15 días previos había estado en contacto con el medio rural. Se efectuó la extracción del hipostoma de la garrapata de forma íntegra mediante su tracción con una pinza roma. A las 48h presentó, en la zona de la picadura, la aparición de una lesión indurada acompañada de varios picos de febrícula (37,8°C), que fueron objetivados en Urgencias.
Exploración físicaA la exploración presentaba una escara necrótica cubierta de una costra melicérica, sin la presencia de un eritema perilesional (fig. 2), además de una placa eritemato-edematosa, mal delimitada, que se extendía desde el punto de la picadura hasta la región labial y cubría toda la región frontal y periorbitaria (fig. 3). Presentaba unas adenopatías cervicales palpables, bilaterales, tanto anteriores como posteriores, muy dolorosas.
Pruebas complementariasSe realizó una analítica sanguínea básica que incluyó el hemograma y la coagulación, sin alteraciones, y una elevación de las enzimas hepáticas GOT (43UI/L), GPT (53UI/L) y una discreta elevación de la PCR (5,37mg/L). La serología para Rickettsia conorri y para Borrelia burdogferi fue negativa. La garrapata extraída fue identificada como una hembra de Dermacentor marginatus.
¿Cuál es su diagnóstico?
DiagnósticoEscara necrótica y linfadenopatía por picadura de garrapata (también conocida como TIBOLA, por su nombre en inglés: tick-borne lymphadenopathy).
Evolución y tratamientoTras la administración de doxiciclina 200mg diarios durante 15 días y la aplicación de ácido fusídico en crema sobre la costra melicérica, la paciente experimentó la desaparición de los síntomas y el desprendimiento de la escara necrótica, así como una normalización de la PCR y los valores de las enzimas hepáticas, previamente alteradas.
ComentarioLa picadura de garrapata constituye un motivo de consulta relativamente frecuente en nuestro país, especialmente en la época estival1. Existen más de 800 especies de garrapatas que se alimentan anclándose a la piel, con una predilección por los pliegues y el cuero cabelludo.
En un pequeño porcentaje de las picaduras de garrapata se pueden producir complicaciones de tipo «enfermedades transmitidas por garrapata» (ETG). Existe una cierta especificidad entre cada ETG y cada especie de garrapata. En nuestro medio las más frecuentes son la enfermedad de Lyme, transmitida por Ixodes ricinus, la fiebre botonosa del Mediterráneo, transmitida por Rhipicephalus sanguineus, y la escara necrótica y linfadenopatía por picadura de garrapata, transmitida por D. marginatus. Otras enfermedades menos frecuentes son la anaplasmosis humana o la babesiosis. Además, de forma esporádica, se han descrito casos de tularemia y de fiebre de Crimea-Congo2.
En relación con la linfadenopatía por picadura de garrapata, ha sido descrita bajo diferentes denominaciones en la literatura: TIBOLA, DEBONEL (dermacentor-borne necrosis eritema lymphadenopathy) o SENLAT (scalp eschar and neck lymphadenopathy). Los principales agentes causales de esta enfermedad son la Rickettsia slovaca, la Rickettsia raoultii o la Rickettsia rioja, siendo su vector de transmisión las garrapatas del género Dermacentor, ampliamente distribuidas por España3. Al contrario que la mayoría de picaduras de garrapata, estas predominan durante el otoño y el invierno.
Debemos sospechar este cuadro cuando un paciente presenta antecedentes de picadura de garrapata, una escara necrótica en el punto de la picadura y adenopatías laterocervicales y posteriores dolorosas, acompañadas de febrícula o fiebre de bajo grado. El diagnóstico es fundamentalmente clínico4. La analítica sanguínea puede mostrar una ligera transaminasemia. En algunos centros se dispone de métodos de identificación de la garrapata, así como serología específica y detección mediante reacción en cadena de polimerasa (PCR) de Rickettsia slovaca en la propia escara5.
Es importante iniciar el tratamiento ante la sospecha clínica sin esperar la confirmación diagnóstica. El tratamiento de elección se realiza con doxiciclina 100mg cada 12h durante 5-15 días.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.