Un varón de 44 años de edad presentaba unas prominencias a ambos lados de las uñas del quinto dedo del pie, que aparecieron después de una caminata en la que llevaba un calzado ajustado. El paciente aquejaba molestias solamente con la presión en esa zona. A la exploración clínica se apreció una rotación externa del quinto dedo y un aumento de tamaño en anchura de la lámina ungueal de ambos dedos pequeños. Así mismo, cada una de estas uñas estaba cubierta por cutícula, dividida por una hendidura longitudinal y, en la parte lateral, la lámina ungueal estaba engrosada (fig. 1a y fig. 2a). La dermatoscopia confirmó que la uña constaba de 2 partes bien delimitadas (fig. 1, fig. 1b y fig. 2b). El paciente no reconocía la presencia de esta alteración en ningún familiar. Se solicitó una radiografía simple anteroposterior y lateral de ambos pies, que descartó la presencia de falanges accesorias y otras alteraciones óseas (fig. 3). No se indicó ningún tratamiento, salvo reducción del traumatismo directo.
La doble uña del quinto dedo del pie (DUQD), o uña accesoria del quinto dedo del pie, fue descrita en 1969 por Huindeker, y es una entidad aparentemente común, aunque los casos publicados son escasos1–4.
La presentación clínica más frecuente es la aparición de una uña más amplia de lo habitual, que está dividida por una hendidura, surco o depresión longitudinal, y la parte que corresponde a la uña accesoria es más pequeña. En la zona proximal de la uña hay cutícula que cubre ambas láminas ungueales. La DUQD puede ser unilateral o bilateral, y cuando están afectados ambos dedos suele existir una gran simetría3,4. Solo ocasionalmente produce molestias clínicas o estéticas en relación con el tamaño de la uña3,4.
Es infrecuente encontrar alteraciones en las radiografías del quinto dedo del pie. En 10 radiografías realizadas en una serie solo 3 pacientes presentaban una vaga «Y» en la punta de la falange distal, y otro paciente una excrecencia ósea tipo espina4. En 2 pacientes se identificó la forma en «Y» de la zona distal de la última falange durante la cirugía4.
La DUQD fue inicialmente considerada como un proceso hereditario limitado al grupo étnico de los Han, el más numeroso en China3. Sin embargo, Haneke constató que no había predilección racial ni étnica4. Se ha propuesto una herencia autosómica dominante con expresión variable4. En los casos familiares no se ha constatado una clara predisposición por sexos, aunque las mujeres consulten más por esta alteración5,6. La DUQD podría representar una forma inicial de hexadactilia, que incitaría una uña rudimentaria4. Por otro lado, un traumatismo agudo podría actuar o sobre vestigios de hueso, induciendo la aparición de uña, o sobre la onicodermis, que como mesénquima ungueal especializado generaría la formación de la uña y su crecimiento. La onicodermis está constituida por onicofibroblastos, participa en el crecimiento y la formación de la uña7.
La histología de la uña accesoria extirpada varía desde una depresión como un saco de la piel con una hiperqueratosis a modo de placa ungueal, hasta una pequeña uña con matriz, pliegue proximal, lecho ungueal e hiponiquio5,6.
El diagnóstico diferencial se establece con la uña ectópica, la espícula poscirugía ungueal, la onicofosis, o con callo del quinto dedo. La uña ectópica u onicoheterotopia se refiere al crecimiento de uña fuera del lecho ungueal. Puede ser congénita, estar asociada a otras enfermedades, y es más frecuente en la zona palmar de los dedos de las manos. La forma adquirida se localiza en el área dorsal de los dedos de las manos y de los pies. La uña ectópica debe tener matriz y lámina ungueal, pero no precisa presentar lecho ungueal8. La onicofosis es una hiperqueratosis de los pliegues laterales de la uña desencadenados por traumatismos frecuentes en dicha zona, que provocan una hipertrofia y engrosamiento de la piel que rodea a la uña. Los callos o clavos del lateral externo del quinto dedo del pie consisten en hiperqueratosis producidas por el roce repetido del calzado, y habitualmente se acompañan de intenso dolor.
La DUQD no suele requerir tratamiento. Si se desea puede realizarse una fenolización de la matriz accesoria, o la extirpación quirúrgica de la uña auxiliar. La extirpación de la DUQD permite una mejor visualización y escisión de la matriz, facilita la reparación del defecto que queda al eliminar la uña accesoria y la recuperación es más rápida que con los otros tratamientos. No se recomienda el curetaje y la electrocoagulación por el prolongado proceso de cicatrización y por el intenso dolor postintervención3.
En conclusión, se presenta el caso de doble uña del quinto dedo del pie bilateral que se desarrolló después de un traumatismo agudo. Se considera que es una entidad habitual, no rara, y que suele pasar desapercibida. Para conocer su etiopatogenia se necesitan más estudios.
Conflicto de interesesEl autor declara no tener ningún conflicto de intereses.
Al Dr. Eckart Haneke por la valoración clínica del caso expuesto.