Aunque los dermatopatólogos tienen muy claro qué es la «zona Grenz», existe una gran discrepancia sobre cómo referirse correctamente a ella. Así, en la literatura, se pueden principalmente encontrar dos palabras para referirse a ella: zona grenz (en minúscula) o Zona Grenz (en mayúscula).
Este término se refiere al espacio que queda entre la epidermis y un infiltrado dérmico (tumoral o inflamatorio) que no alcanza la epidermis. Aunque inicialmente se describió en el granuloma facial1, puede verse en la hiperplasia linfoide, el eritema elevatum diutinum, y en infecciones como la lepra, la leishmaniasis, la lobomicosis, el post-kala-azar, así como tumorales, tales como el dermatofibroma, la histiocitosis de células de Langerhans, los linfomas cutáneos (preferentemente B) o la leucemia cutis1.
El origen de la palabra «Grenze» se remonta al siglo XVIII, haciendo referencia a los Grenzers, que eran tropas de la frontera croata y transilvana durante la Monarquía de los Habsburgo2. El nombre, derivado de la palabra alemana «frontera», alude a este origen geográfico2.
El uso de «zona grenz» como término médico está vinculado a las primeras descripciones del granuloma facial. La primera descripción clínica de un granuloma facial fue hecha por Hutchinson en 1878, quien lo llamó congestión púrpura simétrica de la piel en parches, con induración3. La primera descripción histológica de lo que ahora consideramos un granuloma facial fue hecha por Wigley en 19454. Sin embargo, Wigley no aludió a la banda subepidérmica comúnmente vista en dicha entidad. Fue Buley en 1946 quien describió perfectamente esta banda: Separada de la epidermis por una estrecha zona de tejido conectivo, había una amplia banda horizontal de infiltrado celular. Sin embargo, Buley no la llamó «zona grenz»5.
Lever, en 1947, también presentó un caso de granuloma facial y describió cómo un infiltrado celular extenso y extremadamente celular, ocupaba el corion. Y también que estaba separado de la epidermis por un borde estrecho de tejido conectivo normal. Sin embargo, tampoco lo llamó «zona grenz»6. En 1950, Lever presentó otro caso de esta misma entidad, pero no utilizó tampoco la expresión «zona grenz»7.
En 1951, en la reunión de la Sociedad Dermatológica de Detroit, Donald Boersma, de Michigan, presentó un caso de granuloma facial con eosinofilia (granuloma faciale)1. En la descripción histológica de ese entonces, sin embargo, no se hizo referencia a la banda subepidérmica.
En 1952, Samuel Peck, Laurence L. Palitz y Ellen Reiner publicaron 2 casos de granuloma facial con eosinofilia (granuloma faciale)8. En su artículo, utilizaron la expresión «zona grenz» en varias ocasiones (siempre con una «g» minúscula) para referirse a la banda subepidérmica preservada. Los autores afirman que invariablemente, hay una zona grenz de aspecto normal, directamente debajo de la epidermis. En el pie de foto de su figura 2, por ejemplo, describen la zona grenz de aspecto normal. También en el pie de foto de su figura 4, se puede leer: hay una pequeña zona grenz de aspecto normal.
¿Cómo se construyó esta expresión a partir de la palabra alemana «Grenzers»? De hecho, la palabra alemana «Grenze» (con una G mayúscula y terminada en «e») tiene el significado de «frontera». La G está en mayúscula porque, en alemán, los sustantivos se escriben con su primera letra en mayúscula. De hecho, la expresión «Grenz», como tal, no existe en alemán. Sin embargo, el término Grenze puede perder la «e» cuando se une a otra palabra, como en «Grenzkontrolle» («control de fronteras»). De la misma manera, «zona fronteriza» sería «Grenzzone» (todo junto y con una G mayúscula). Probablemente fue el resultado de «anglosajonizar» el término, lo que resultó en la división de una palabra (Grenzzone) en dos (grenz zone).
Si queremos mantener el espíritu etimológico del término, lo más correcto es decir «Grenze zone», es decir, con el sustantivo original en alemán (Grenze, con una G mayúscula y terminando en «e»). Por el contrario, si lo que queremos es rendir homenaje a la publicación de Peck, Palitz y Reiner, entonces debería prevalecer la expresión «grenz zone».
La americanización del término alemán (grenz zone) parece estar consolidada en la literatura y aparece como tal en todos los textos. A pesar de esto, hay a veces discusiones sobre si «Grenz» debería escribirse con una G mayúscula o minúscula, y periódicamente, este debate surge en conferencias y reuniones, así como la discusión (más o menos precisa) sobre el origen del término. Por lo tanto, el conocimiento de su origen y su gramática siempre es apropiado.
Opino que el término «zona grenz» está consolidado y no va a modificarse. También, que resulta infructuoso intentar imponer una de las dos modalidades (con minúscula o mayúscula) como correcta. En conclusión, el propósito de este artículo es más explicativo e informativo que con pretensiones correctivas.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.