Con frecuencia existe la creencia de que las dermatólogas tienen un estilo de vida con escaso nivel de estrés1. Sin embargo, algunos estudios con datos de vida real acerca de los problemas relacionados a la maternidad durante la residencia de dermatología sugieren lo contrario2.
Mattessich et al. realizaron una encuesta a 183 dermatólogas. En esta se documentaron diversas dificultades, sobre todo en relación con la posibilidad de compaginar la maternidad y la vida laboral de las participantes de la encuesta2. Dentro de las dificultades enumeradas se incluyeron la corta duración de la baja laboral por la maternidad, el estrés relacionado por crear una impresión de poco compromiso con las responsabilidades de la residencia, así como las limitaciones prácticas para amamantar; en este último caso las encuestadas hicieron hincapié en la ausencia de tiempo suficiente y de instalaciones adecuadas para la extracción de la leche durante el horario hospitalario2. Entre las dificultades logísticas a las que las residentes de dermatología se enfrentan con frecuencia, se encuentra el hecho de que, a diferencia de otras especialidades como por ejemplo medicina interna, los servicios de dermatología suelen contar con un menor número de residentes que se puedan hacer cargo del gran volumen de pacientes3. Todo esto conllevará a condiciones laborales estresantes tanto para las residentes de dermatología que estén embarazadas como para aquellas que recientemente se hayan reincorporado a su puesto de trabajo. Todo esto puede conllevar a futuras situaciones problemáticas, como son la interrupción de la lactancia materna debido a la pérdida de sesiones de extracción, o a niveles elevados de ansiedad y sensación de culpabilidad debido a la posible sobrecarga de trabajo del resto de residentes durante el embarazo y el periodo de la baja maternal1–3.
Si bien en Europa, la duración del periodo de la baja maternal está generalmente determinada por la legislación de cada país4, las condiciones laborales diarias de las residentes de dermatología antes y después del parto estarán definidas por cada servicio de dermatología3. Las sociedades nacionales e internacionales de dermatología podrían, por lo tanto, abogar por políticas que apoyen a las residentes de dermatología que tomen la decisión de tener hijos durante la residencia, y de esta manera beneficiar y tener un efecto positivo en su calidad de vida.
El que las sociedades de dermatología más influyentes se posicionen a favor del desarrollo de estrategias que protejan a la maternidad durante la residencia es de suma importancia. El número de mujeres en edad reproductiva en la dermatología va en aumento, por lo que el embarazo será un evento que se presentará con alta probabilidad5. Las sociedades de dermatología deberían incentivar la creación de guarderías, lo que supondría un paso importante hacia su introducción gradual en la práctica diaria de las clínicas de dermatología. Un punto a tener en cuenta sería el apoyar a las madres que estén dando lactancia mediante la creación de salas designadas únicamente con este fin, y así evitar tener que realizar las extracciones de la leche en espacios inadecuados, como por ejemplo, en los baños o en las consultas médicas3. De similar importancia sería, el adaptar el horario de la consulta médica, y poder realizar las extracciones de la leche de manera ininterrumpida, sin tener que renunciar a parte de sus actividades formativas3. Otros aspectos que tener en cuenta serían en primer lugar, la flexibilización del plan de las rotaciones de las residentes, sobre todo con la finalidad de limitar el contacto con aquellos pacientes que presenten enfermedades infecciosas, potencialmente de riesgo para el feto o el recién nacido5; en segundo lugar, permitir que las residentes puedan acudir a las citas médicas, tanto pre como posnatales, sin que para ello tengan que utilizar días de sus vacaciones.
El apoyo activo por parte de las sociedades de dermatología a las residentes durante la maternidad puede tener un impacto significativo tanto en su desarrollo personal académico como en el aspecto médico, lo que, a su vez, tendrá en general una influencia positiva en la atención de los pacientes. Finalmente, se espera que dichas acciones, en el futuro, sirvan de ejemplo también para otras especialidades.
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