Un varón de 27, sin antecedentes clínicos destacables, acudió a la unidad de dermatología con historia de cinco meses de dermatosis que comprometía la superficie ventral del pene, la espalda y el abdomen. Durante el intercambio adicional el paciente reveló síndrome autolimitado de tipo gripal con fiebre y mialgias que precedió a la aparición de las lesiones cutáneas, aproximadamente dos semanas después de mantener relaciones sexuales sin protección con otro varón. La dermatosis apareció inicialmente en forma de vesículas pruriginosas, que evolucionaron a pápulas umbilicadas que seguidamente formaron una costra que se cayó poco después. En dicho momento el paciente fue positivo en una muestra de Mpox. En la exploración física se observó una cicatriz ulcerada eritematosa de 3mm en su eje mayor, con retracción cutánea asociada en el aspecto ventral del pene (fig. 1). El paciente refirió prurito y dolor debido a la retracción en este sitio, solicitando terapia. Dicha cicatriz recibió una puntuación de 8 en la escala mVSS (Modified Vancouver Scar Scale). El resto de las lesiones corporales dejaron únicamente hiperpigmentación postinflamatoria como máximo.
Curso clínico y tratamientoSe programó terapia de láser combinada, que se realizó alrededor de cinco meses después de la resolución de las lesiones activas. Se utilizó anestesia con gel de lidocaína al 4%. El paciente siguió tratamiento de láser pulsado colorante (PDL) – (Candela's V-Beam Perfecta) asociado a 1550nm ErbGlass (Frax1550nm por Candela), con 1 pase parametrizado de 0,45ms 6J 7mm (PDL) y 3 pases de 10mm 3,2ms 40J (1550nm ErbGlass), utilizándose ambos láseres en la misma sesión secuencialmente (primeramente PDL y seguidamente ErbGlass). El tratamiento tuvo una duración de 10min y fue bien tolerado por el paciente. Los únicos efectos secundarios reportados fueron dolor 4/10 en el momento del tratamiento, y edema con una duración inferior a 24h, que se manejó con antiinflamatorios no esteroideos orales.
Transcurridos dos meses de la terapia de láser, el eritema y la ulceración habían desaparecido, dejando únicamente una retracción ligera de la piel en la localización de la cicatriz (fig. 2) con una puntuación mVSS de 2. El paciente reportó niveles altos de satisfacción con los resultados superficiales y funcionales.
ComentarioLas lesiones cutáneas por Mpox pueden causar formación de cicatrices en hasta el 13% de los pacientes afectados1, pudiendo originar cicatrices tanto atróficas como hiperpigmentadas2. Dichas cicatrices pueden causar alteración funcional y problemas superficiales, pudiendo repercutir en la salud física y psicológica y la vida social (considerando la estigmatización y discriminación asociadas a la infección por Mpox)1.
Existen recomendaciones generales para la prevención de cicatrices por Mpox, tales como el lavado de la piel con jabón suave y agua, la evitación de rascado y descubrimiento de la lesión y las costras, la protección del sol y el uso de geles con base o revestimiento de silicona3. Sin embargo, es escasa la literatura acerca de las cicatrices genitales de cualquier etiología y su tratamiento, y en particular en el caso de las cicatrices por Mpox.
El uso de PDL ha reflejado resultados en el tratamiento de cicatrices, con mejora en términos de eritema, textura, pliabilidad y dolor4. También ha mostrado resultados en cuanto a cicatrices hipertróficas5. El tratamiento combinado con PDL y 1550nm ErbGlass ha mostrado buenos resultados en las cicatrices traumáticas6. Si embargo, su uso en las cicatrices por Mpox no había sido publicado aún. Mostrando resultados prometedores en cuanto a mejora de las cicatrices, resultados superficiales y funcionales y satisfacción del paciente con efectos secundarios mínimos, este informe de caso pretende demostrar el rol potencial de la terapia de láser combinada para el tratamiento de las cicatrices por Mpox.
Conflicto de interesesLos autores declaran la ausencia de conflicto de intereses.