La nueva aparición de enfermedades cutáneas ampollosas autoinmunes puede estar impactada por diversos factores, tales como fármacos, virus o vacunas. Los casos aislados pueden estar inducidos por la vacunación contra el SARS-CoV-21. Reportamos un caso inusual de penfigoide de membranas mucosas (MMP) desencadenado por la vacuna contra el SARS-CoV-2.
Una mujer de 75 años fue evaluada debido a lesiones dolorosas de la mucosa oral, no reportándose enfermedades dermatológicas personales. La paciente acudió con historia de 12 meses de lesiones, que había advertido una semana después de haber recibido la 2.a dosis de la vacuna contra el SARS-CoV-2 de Pfizer. El tratamiento previo con corticosteroides tópicos había sido infructuoso. El examen físico reveló la presencia de placas erosivas y eritematosas en las encías superiores e inferiores (fig. 1a y b). Ni la piel ni el resto de superficies mucosas estaban afectadas. La biopsia de la mucosa oral reveló la presencia de desprendimiento subepidérmico y células inflamatorias incluyendo eosinófilos (fig. 1c y d). La inmunofluorescencia directa reflejó depósitos lineales de IgG y C3 a lo largo de la zona de la membrana basal (fig. 1e y f). Asimismo, utilizando el procedimiento salt-split (IIF-SS) se observaron depósitos lineales de IgG (1:40) en el lado epidérmico (fig. 2a y b). La prueba ELISA realizada en el suero de la paciente detectó un alto nivel de anticuerpos anti-BP-180 (116U/ml; normal<20U/ml). Mediante inmunotransferencia, se encontró IgG contra los dominios C-terminal y LAD-1 de BP180 (fig. 2c y d). Nuestra paciente fue diagnosticada de MMP tipo anti-BP180, probablemente inducido por la vacuna contra el SARS-CoV-2. Se inició tratamiento con dapsona 50mg/12h y clobetasol propionato tópico, con mejora de la lesión hasta su remisión completa transcurridos 4 meses.
(a y b) Placas erosivas y eritematosas con un diámetro de hasta 1cm, que afectaron las encías marginales, interdentales y adjuntas. (c y d) Imagen histológica representativa de la biopsia, que muestra una ampolla subepidérmica y múltiples células inflamatorias incluyendo eosinófilos (hematoxilina y eosina, ×100 [c] y ×200 [d]). (e, f) Prueba IFD que muestra (e) depósito lineal de IgG (×200) y (f) C3 a lo largo de la unión dermoepidérmica (×200).
(a y b) Imágenes de inmunofluorescencia indirecta. (a) El IgG de la paciente reacciona en la zona de la membrana basal, disolución 1:10 (×200). (b) El IgG de la paciente reacciona en el lado epidérmico de la sección, disolución 1:40 (×200). (c y d) Inmunotransferencia que muestra IgG vs. los dominios C-terminal y LAD-1 (HaCaT) de BP180. Los resultados fueron negativos para los extractos epidérmico (desmogleína 1 y 3) y dérmico, BP180 NC16a, y Laminina-332.
A nivel global, según los informes se han desarrollado diversos casos de trastornos autoinmunes, incluyendo enfermedades ampollosas autoinmunes (AIBD), tras la vacuna contra el SARS-CoV-22. Actualmente, solo el 6% de los pacientes con AIBD tras la vacunación contra el SARS-CoV-2 han desarrollado AIBD de novo. Las AIBD reportadas tras la administración de la vacuna contra el SARS-CoV-2 son penfigoides ampollosos, enfermedad IgA lineal, pénfigo vulgar, MMP y pénfigo foliáceo1. En muchos casos, las erupciones vesiculares y ampollosas brotaron tras la administración de la 1.a y/o 2.a dosis.
El desarrollo de lesiones orales ampollosas autoinmunes tras la vacunación contra el SARS-CoV-2 ha sido frecuentemente reportado en la literatura, normalmente junto con lesiones cutáneas. Existe una ligera prevalencia en las mujeres (69%), siendo el tiempo medio de inicio tras la vacunación de 9,4 días. La vacuna BNT162b2 de BioNTech (Pfizer) tiende a desencadenar lesiones orales autoinmunes con mayor frecuencia3. Solo se han reportado 2 casos de MMP tras la vacunación contra el SARS-CoV-24,5 (tabla 1). Todos estos pacientes aportan información interesante. En primer lugar, el MMP tras la vacunación contra el SARS-CoV-2 se produjo principalmente en mujeres, al igual que el MMP convencional. Las 3 pacientes desarrollaron exclusivamente lesiones en la mucosa oral, y 2 pacientes mostraron anticuerpos IgG vs. BP180 detectado por ELISA. Además, nuestro caso desarrolló anticuerpos IgG vs. los dominios LAD-1 y C-terminal de BP180, según lo reflejado en la inmunotransferencia. En nuestro caso, IIF-SS mostró reactividad de IgG con el lado epidérmico. Por último, los 3 casos de MMP inducidos por la vacuna contra el SARS-CoV-2 tuvieron un excelente pronóstico tras el tratamiento, probablemente a causa del efecto autolimitado asociado a la vacuna. Todos esos hallazgos indican que la vacuna contra el SARS-CoV-2 podría desencadenar MMP.
Casos reportados de penfigoide de mucosas tras la vacunación contra la COVID
Autores | Sexo/edad (años) | Signos clínicos | Margen temporal | Histología | Autoanticuerpos | Tipo de vacuna | Tratamiento/resultado | Comorbilidades/tratamiento |
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Rungraungrayabku et al.4 | Mujer/74 | Eritema, erosiones, ampollas, mucosa gingival | 2 semanas tras la 1.a dosis de la vacuna | Ampolla subepitelialDIF: depósitos lineales de IgG y C3IIF: no reflejó | No reflejados | Vacuna BNT162b2 de BioNTech (Pfizer) | Doxiciclina, corticosteroides tópicosMejora | No relevante |
Calabria et al.5 | Mujer/72 | Eritema, erosiones, ampollas, encías superior e inferior, ampliación bilateral al fórnix vestibular y la mucosa oral derecha mucosa | 9 días tras la 3.a dosis de la vacuna | Desprendimiento subepitelialDIF: depósitos lineales de IgG/IgA, depósitos granulares de C3 | ELISA: IgG vs. BP180 | Vacuna BNT162b2 de BioNTech (Pfizer) | Antibióticos, corticosteroides tópicos y sistémicosRespuesta completa | Cáncer de mamaInhibidor de aromatasaDenosumab |
Nuestro caso | Mujer/75 | Eritema, encías superior e inferior | 7 días tras la 2.a dosis de la vacuna | Desprendimiento subepitelialDIF: depósitos lineales de IgG y C3IIF/salt split: IgG reaccionó con el lado epidérmico del split | ELISA: IgG vs. BP180IB: IgG BP180 dominios C-terminal y LAD-1 | Vacuna BNT162b2 de BioNTech (Pfizer) | Corticosteroides tópicos y sistémicosDapsonaMejora gradual | No relevante |
No se ha establecido completamente hasta la fecha una relación causa-efecto entre la vacuna contra el SARS-CoV-2 y la autoinmunidad. Se han postulado diversas hipótesis como explicación a la nueva aparición de brotes de AIBD tras la vacuna contra el SARS-CoV-2. Dichas teorías incluyen el mimetismo molecular entre el virus y las proteínas humanas, la activación de observadores, las redes antiidiotípicas, y la diseminación de epítopos2. Asimismo, los adyuvantes de la vacuna pueden realzar la respuesta inmune. Cabe destacar que las vacunas contra SARS-CoV-2 generan proteínas pico, que pueden unirse a los receptores de la enzima convertidora de angiotensina 2 en los queratinocitos, originando por tanto el reclutamiento de los linfocitos CD4+. Sin embargo, un metaanálisis reciente de trastornos cutáneos autoinmunes tras la vacuna contra SARS-CoV-2 muestra que no están asociados a un mayor riesgo que otros factores desencadenantes6, lo cual significa que deberá recomendarse en los pacientes con necesidad de protección contra la infección por SARS-CoV-2.
Conflicto de interesesLos autores declaran la ausencia de conflicto de intereses.