El acné es una enfermedad inflamatoria crónica frecuente del folículo pilosebáceo que afecta aproximadamente al 9% de la población mundial. La prevalencia del acné entre los estudiantes de medicina de todo el mundo oscila entre el 34,4 y el 97,9%1.

En su desarrollo intervienen diversos factores de riesgo, en particular la carga genética y las alteraciones hormonales, además del estilo de vida2. El acné tiene un impacto psicosocial significativo que no debe ser ignorado3.

Existen pocos estudios epidemiológicos en los países árabes, en los que algunos hábitos pueden variar ligeramente de los de los países occidentales.

Realizamos un estudio transversal multicéntrico que incluyó a estudiantes de medicina, con edades comprendidas entre los 18 y los 30 años, de las 7 facultades de medicina de Marruecos entre junio y agosto de 2021.

Las características evaluadas fueron el sexo, el índice de masa corporal, los hábitos alimentarios, la ingesta de agua, el uso de mascarillas, el tabaquismo, la higiene facial, el tiempo de sueño, la actividad física y el nivel de estrés. Se utilizó la escala de estrés percibido (PSS, por sus siglas en inglés) para medir los niveles de estrés de los participantes. La encuesta se envió por correo electrónico a todos los estudiantes de medicina entre el primer y séptimo año, utilizando las bases de datos de todas las facultades de medicina de Marruecos. La recogida de datos se realizó mediante una encuesta online en la plataforma Googlel® Forms, se guardó en Excel® y se analizó en el programa estadístico SPSS® versión 21.

En el periodo de estudio, de los 806 estudiantes de medicina a los que se envió la encuesta, se obtuvieron 242 respuestas (30%). La edad media de la población del estudio fue de 22,6±2,7 años. La prevalencia del acné fue del 67,4% (tabla 1). El acné fue más frecuente en las mujeres (54,1%) (p=0,04).

Una ingesta de agua de al menos 1,5l/día se asoció significativamente con la ausencia de acné (p<0,001), así como la actividad física (p=0,004). El uso de protector solar (p=0,04), y gel limpiador se asociaron significativamente con la presencia de acné (p=0,021). El uso de mascarilla, el tabaquismo, el índice de masa corporal y la dieta no se asociaron significativamente con el acné.

El impacto del acné en la autoestima fue señalado por el 60,6% y en las relaciones con el sexo opuesto por el 28,8%.

La prevalencia del acné en la población general en Marruecos no ha sido estimada. En este estudio observamos una prevalencia relativamente alta entre los estudiantes universitarios, y una predominancia del sexo femenino, en línea con la mayoría de los estudios1. La relación entre la dieta y el acné ha sido un tema controvertido, especialmente en los últimos veinte años, sobre todo en lo que respecta a los productos lácteos, lo que no se observó en nuestro estudio4.

Además, con la llegada de la pandemia del COVID-19, se ha informado en varias publicaciones de la relación entre el uso de mascarilla y el acné. La mascarilla de material sintético y el tiempo de uso prolongado se asociaron más frecuentemente con la aparición de acné5. En nuestro caso, solo el 6,2% utilizaba mascarilla de tela, y la duración era inferior a 8h/día en la mayoría de los casos. En cuanto al efecto del gel limpiador, la mayoría de las publicaciones en la literatura no han llegado a datos concluyentes, pues estos difieren según la formulación de cada producto. Sin embargo, no hay dudas sobre los efectos del protector solar en la prevención del acné y sus cicatrices6. Nuestros resultados no concuerdan con los de la bibliografía, ya que la prevalencia de acné fue elevada entre los estudiantes que utilizaron el gel limpiador y el protector solar, lo que puede explicarse por su prescripción, que se realiza principalmente en pacientes que padecen acné.

El nivel de estrés, medido mediante la escala PSS, fue muy elevado en la mayoría de los estudiantes de nuestro estudio (posiblemente debido a las repercusiones psicológicas de la situación actual de pandemia) con una puntuación >27 en el 89,7%, por lo que no se pudo establecer su asociación con el acné.

La actividad física regular se asoció significativamente con la ausencia de acné en nuestro estudio, este determinante no se ha investigado con frecuencia en la literatura, excepto en el contexto del síndrome de ovario poliquístico7. Sugerimos realizar más estudios prospectivos con un mayor número de pacientes con acné, para confirmar esta asociación. Por último, la otra particularidad de nuestros resultados fue la ingesta de agua y su relación significativa con la ausencia de acné. Esta asociación no había sido investigada previamente.

Aumentar la ingesta diaria de agua podría aportar varios beneficios para la salud y, siempre debe recomendarse.

Los resultados de nuestro estudio demostraron una alta prevalencia de acné entre los estudiantes de medicina marroquíes. Además, aunque se observaron diferencias menores, los resultados de este estudio revelaron una probable relación entre el acné y la ingesta de agua y la actividad física, que debe ser investigada en profundidad.