La hidradenitis supurativa (HS) es una enfermedad inflamatoria del folículo pilosebáceo. Es una enfermedad crónica, caracterizada por la aparición de lesiones inflamatorias (nódulos, fístulas y abscesos) en las regiones con glándulas apocrinas que afecta a la calidad de vida.
Su tratamiento constituye un importante reto terapéutico y precisa a menudo tratamiento quirúrgico. Con esta finalidad, se han descrito varias técnicas quirúrgicas, que van desde la incisión y drenaje, el destechamiento (deroofing), hasta la extirpación localizada o amplia, que puede precisar de injertos o colgajos para la reconstrucción de los defectos resultantes cuando las resecciones son de gran tamaño, dando lugar a cicatrices con repercusiones estéticas y funcionales1,2. Por ello, un objetivo importante es encontrar una técnica quirúrgica que permita realizar intervenciones más sencillas sin requerir injertos y colgajos, lo que permitiría disminuir las secuelas.
El uso de setones (fig. 1), una técnica quirúrgica conservadora, se utiliza en el tratamiento de las fístulas en la enfermedad inflamatoria perianal. Hasta la fecha la literatura es escasa para su uso en el tratamiento de las fístulas de la hidradenitis supurativa3,4. Por ello, se diseñó este estudio prospectivo antes-después, cuyo objetivo primario fue evaluar la eficacia del uso de setones en el control del dolor asociado a las fístulas de pacientes con una hidradenitis supurativa. De forma secundaria, se evaluó su repercusión en la calidad de vida y en el número de brotes al mes.
Se incluyeron 16 pacientes consecutivos sin aleatorización ni ciego, de los cuales 11 (69%) eran mujeres, con 29 fístulas en total. Cada una de las fístulas se analizó por separado (tabla 1). La edad media de los pacientes fue de 43 (±13,42) años. Dieciséis de las fístulas (55%) eran axilares.
Datos basales de los pacientes y datos clínicos basales y tras 4-6 semanas de la colocación de los setones
Id paciente | Sexo | Edad | Id fístula | Localización fístula | DLQI previo | EVA dolor previo a setones (última semana) | N.° brotes/mes previo | EVA última semana post | DLQI post | N.° brotes/mes post |
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1 | Mujer | 19 | 1 | Submamaria izquierda | 4 | 6 | 0,5 | 2 | 2 | 0 |
2 | Mujer | 38 | 2 | Axila derecha | 25 | 5 | − | 2 | 22 | 0 |
2 | Mujer | 38 | 3 | Axila izquierda | 25 | 5 | − | 2 | 22 | 0 |
2 | Mujer | 38 | 4 | Ingle derecha | 22 | 6 | 1 | 2 | 11 | − |
2 | Mujer | 38 | 5 | Ingle izquierda | 22 | 6 | 1 | 2 | 11 | − |
2 | Mujer | 38 | 6 | Axila izquierda | 22 | 2 | 0 | 1 | 11 | − |
3 | Hombre | 43 | 7 | Lumbar izquierda | 4 | 4 | 30 | 1 | 5 | 0 |
3 | Hombre | 43 | 8 | Lumbar derecha | 4 | 4 | 30 | 1 | 5 | 1 |
4 | Mujer | 41 | 9 | Axila derecha | 5 | 0 | 0 | 2 | 17 | 0 |
4 | Mujer | 41 | 10 | Axila izquierda | 5 | 5 | 0 | 8 | 17 | 1 |
5 | Mujer | 62 | 11 | Axila derecha | 17 | 7 | 1,5 | 0 | 13 | 0 |
5 | Mujer | 62 | 12 | Axila izquierda | 17 | 7 | 1,5 | 0 | 13 | 0 |
5 | Mujer | 62 | 13 | Ingle izquierda | 17 | 7 | − | 0 | 13 | 1 |
6 | Mujer | 57 | 14 | Axila izquierda | 16 | 7 | 1 | 4 | 17 | 0 |
7 | Mujer | 44 | 15 | Axila izquierda | 11 | 2 | 4 | 2 | 4 | 0 |
8 | Mujer | 45 | 16 | Axila derecha | 1 | 10 | 0 | 0 | − | 0 |
9 | Hombre | 64 | 17 | Muslo izquierdo | − | 10 | − | 0 | 0 | 0 |
9 | Hombre | 64 | 18 | Muslo derecho | − | 10 | − | 0 | 0 | 0 |
10 | Hombre | 19 | 19 | Axila derecha | 7 | 6 | 0 | 0 | 10 | 0 |
10 | Hombre | 19 | 20 | Abdomen inferior | 7 | 6 | 0 | 3 | 10 | 0 |
11 | Mujer | 50 | 21 | Axila izquierda | − | 7 | 0,25 | 0 | 11 | 0 |
12 | Varón | 36 | 22 | Axila izquierda | 8 | 0 | 3 | 2 | 8 | 0 |
12 | Varón | 36 | 23 | Muslo izquierdo | 8 | 0 | 3 | 2 | 8 | 0 |
13 | Varón | 56 | 24 | Axila izquierda | 6 | 0 | 1 | 7 | 7 | 2 |
14 | Mujer | 54 | 25 | Axila derecha | 16 | 0 | 1 | 0 | − | 0 |
14 | Mujer | 54 | 26 | Submamario derecho | 16 | 7 | 1 | 0 | − | 0 |
15 | Mujer | 33 | 27 | Axila izquierda | − | 8 | 1 | 6 | 11 | 1 |
16 | Mujer | 37 | 28 | Ingle derecha | 4 | 1 | 1 | 6 | 13 | − |
16 | Mujer | 37 | 29 | Ingle izquierda | 4 | 2 | 1 | 6 | 13 | − |
Se realizó un análisis mediante la prueba de Kolmogorov-Smirnov para evaluar la normalidad de las variables recogidas en el estudio y, posteriormente, dado que las variables analizadas (puntuación en escala EVA, DLQI y número de brotes al mes) no seguían una distribución normal, se analizaron mediante la prueba de Wilcoxon para datos pareados.
La mediana para la EVA del dolor disminuyó de una mediana de 6 (2-7) a 2 (0-2) (p=0,005) tras 4-6 semanas desde la colocación de setones, de forma estadísticamente significativa. El número de brotes al mes se redujo de forma significativa de una mediana1 (0,19-1,5) a0 (0-0) (p=0,007). El valor de la escala DLQI osciló desde un valor inicial mediano de 8 (5-17) a 11 (7-13) (p=0,653).
El empleo de setones es común en el tratamiento de pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal y fístulas perianales complejas. Tokunaga y Sasaki3 describieron su utilidad en 10 hombres con hidradenitis supurativa y fístulas anales complejas en las que se colocaron setones manteniéndose unos 6-8 meses sin objetivarse recurrencias. Lajevardi y Abeysinghe4 describieron una paciente con hidradenitis supurativa y fístulas axilares tratadas con setones. Vilarrasa et al.5 hacen referencia a la utilidad de esta técnica para el tratamiento de las fístulas de estos pacientes, tanto como tratamiento definitivo como tratamiento puente para reducir la complejidad quirúrgica en el abordaje de estas lesiones. Fernández-Vela et al.6 realizaron un estudio multicéntrico retrospectivo en el que se incluyeron 27 pacientes con fístulas tanto axilares como inguinales y glúteas, demostrando una mejoría tanto en la escala EVA como en la profundidad de la fístula y su inflamación de forma estadísticamente significativa tras 5-6 semanas de haber colocado los setones. Los resultados de este estudio concuerdan con los resultados obtenidos en nuestro estudio, en los que también se consiguió una mejora significativa en la escala EVA. El número de brotes al mes no fue recogido por estos autores, ni tampoco fueron incluidas fístulas en otras localizaciones, como submamarias, abdominales o lumbares, que sí son recogidas en nuestro estudio.
Nuestro estudio no está exento de limitaciones. Una limitación es el tamaño de la muestra, que puede condicionar la falta de diferencias estadísticamente significativas en la reducción de la escala DLQI antes y después de la colocación de setones. Otra de las limitaciones es el corto tiempo de seguimiento (4-6 semanas), lo que impide conocer si se presentan recaídas más tardías.
Como conclusión, este estudio muestra una reducción tanto, en la escala visual analógica para el dolor como en el número de brotes al mes de forma estadísticamente significativa, tras 4-6 semanas del uso de setones en el tratamiento de fístulas de pacientes con hidradenitis supurativa. Estos resultados refuerzan la hipótesis de que el uso de setones es útil también el tratamiento de las fístulas que presentan estos pacientes, incluyéndose como una alternativa más para su tratamiento.