Un varón de 67 años, con antecedentes personales de un carcinoma basocelular intervenido, hipertensión arterial y diabetes mellitus, fue remitido a nuestro Servicio de Dermatología para evaluar unas lesiones en las manos de 3 meses de evolución. En la exploración se objetivó la presencia de múltiples espículas queratósicas de 1mm en la cara palmar de ambas manos (fig. 1A y B). El examen del resto de la superficie cutánea no mostró otras alteraciones significativas. El paciente no refería presentar síntomas constitucionales ni refería sintomatología sistémica asociada. Con el diagnóstico clínico de queratodermia espinulosa y dada su consideración de dermatosis paraneoplásica, se realizó un estudio analítico sin alteraciones y una tomografía computarizada corporal total que evidenció la presencia de un nódulo sólido cortical en el riñón izquierdo de 2cm de diámetro mayor (fig. 2), el cual fue extirpado y cuyo estudio histológico fue compatible con un carcinoma renal de células claras.
La queratodermia espinulosa es una entidad escasamente referida en la literatura, asociada con diabetes mellitus, insuficiencia renal crónica y diferentes neoplasias entre las que se han comunicado carcinoma esofágico, carcinoma epidermoide laríngeo, melanoma maligno y adenocarcinoma de pulmón entre otros. En la mayoría de los casos su aparición ha precedido al desarrollo de la neoplasia, si bien no en todos los casos se ha podido demostrar una asociación causal. Su carácter asintomático hace que pueda pasar desapercibida. El tratamiento con queratolíticos tópicos y sistémicos consigue un grado de respuesta desigual.