El prurito crónico, aquel que persiste durante un período superior a 6 semanas, responde a una amplia variedad de causas, tanto dermatológicas como sistémicas, que pueden ser identificadas o descartadas siguiendo las recomendaciones y protocolos para la aproximación al paciente con prurito crónico1. Sin embargo, existen pacientes que presentan prurito crónico y en los que no es posible identificar una causa específica, pacientes que se incluyen bajo el concepto de prurito crónico de origen desconocido (PCOD). Su prevalencia se estima en un 6-15% de todas las personas que sufren prurito2.
Prurito crónico de origen desconocido. Concepto y aspectos clínicosEl PCOD hace referencia a una forma clínica de prurito con una evolución superior a 6 semanas y en el que no se ha podido identificar una causa médica subyacente, dermatológica o sistémica, que lo justifique3. Es, por tanto, un diagnóstico de exclusión que tan solo debe ser considerado una vez que se haya realizado un estudio completo para identificar las causas conocidas del prurito crónico (tabla 1).
Estudios complementarios para la identificación de prurito crónico de origen desconocido
Anamnesis general | No evidencia de enfermedades sistémicas/neurológicas/psiquiátricas ni síntomas/signos que pudiesen hacerlas sospecharNo evidencia de enfermedad neoplásica ni síntomas/signos que pudiesen hacerla sospecharbNo evidencia de enfermedad infectocontagiosa ni síntomas/signos/ambiente epidemiológico que pudiesen hacerla sospecharNo evidencia de enfermedad dermatológica ni síntomas/signos que pudiesen hacerla sospecharNo toma de medicamentos ni otros tóxicos que pudiesen estar en relación con el pruritocNo evidencia de desencadenante claroNo embarazo |
Exploración física | No lesiones cutáneas primariasd, no dermografismo, no signos atopiaNo evidencia de adenopatías ni esplenomegaliasNo signos de hepatopatíaColoración cutaneomucosa normal, que no haga sospechar otras alteraciones (anemia, hiperbilirrubinemia…) |
Pruebas complementarias | Normalidad de pruebas complementarias: |
Hemograma con ferrocinética | |
Bioquímica con perfil hepático y renal | |
Perfil hormonal tiroideo y paratiroideo | |
Hemoglobina glicosilada | |
Velocidad de sedimentación globular | |
Proteína C reactiva | |
Sodio y potasio | |
Vitaminas (D, B12). | |
Serologías (virus de la hepatitis B, virus de la hepatitis C y virus de la inmunodeficiencia humana). | |
Inmunoglobulinas (IgE total) | |
Radiografía de tórax | |
Test de parásitos en heces | |
Test de sangre oculta en heces en mayores de 40 años |
En el caso de sospecharla: TAC con contraste de cuerpo entero, RM craneoespinal, frotis de sangre periférica. Considerar realizar estas pruebas complementarias en pacientes con PCOD de edad avanzada con el resto de estudios dentro de la normalidad reiteradamente.
Medicamentos más frecuentemente implicados: opioides, retinoides, antibióticos, factor de crecimiento epidérmico, factor de crecimiento endotelial vascular e inhibidores tirosina cinasa.
La realización de biopsia y su visualización con hematoxilina-eosina e inmunofluorescencia directa debe ser considerada, incluso en ausencia de lesiones cutáneas primarias, en aquellos pacientes que por su anamnesis o factores de riesgo presenten altas probabilidades de padecer una dermatosis pruriginosa latente (por ejemplo, pacientes de edad avanzada con riesgo de penfigoide no ampolloso o micosis fungoide).
El concepto de PCOD fue introducido en el International Forum for the Study of Itch con el objetivo de aclarar esta presentación clínica del prurito, unificar la nomenclatura, y al mismo tiempo abandonar términos anteriores que generaban confusión3,4. Se recomienda evitar términos anteriores como prurito generalizado de origen desconocido, prurito sine materia o prurito del anciano, debido a que no siempre se trata de un síntoma generalizado, puede acompañarse de lesiones dermatológicas secundarias, o incluso primarias sin correlación histopatológica relevante y, finalmente, un número significativo de pacientes no son de edad avanzada4.
Con respecto al concepto de prurito del anciano existe una tendencia a confundir o a usar de forma equivalente los conceptos de PCOD y prurito del anciano, y en numerosas publicaciones se incluye el prurito del anciano como una de las formas de PCOD. Si bien es cierto que el prurito crónico es más prevalente en pacientes de edad avanzada, y que en la mayoría de los casos el prurito del anciano termina siendo un PCOD (ya que no se identifica etiología subyacente)4, la edad no debe considerarse un criterio para el diagnóstico de PCOD. El PCOD se observa en pacientes más jóvenes, siendo en algunas series de casi el 70% de los pacientes menores de 65 años2,5,6.
Perfil clínico del paciente con prurito crónico de origen desconocidoPor definición, el paciente con PCOD no presentará lesiones dermatológicas o sintomatología local o sistémica relacionada con una dermatosis primaria o con una enfermedad subyacente.
No obstante, estos pacientes pueden presentar eosinofilia, elevación leve de IgE (<1.000UI/ml), hipersensibilidad dérmica o patrón de dermatitis espongiótica con eosinófilos en la dermis en la biopsia de piel, y clínicamente pequeñas «micropápulas» rosadas de distribución generalizada4,7,8. Sin embargo, insistimos en que no son indispensables para el diagnóstico de PCOD4.
Desde un punto de vista clínico-analítico, el PCOD puede clasificarse en 2 subgrupos con implicaciones terapéuticas potenciales9–12:
- •
PCOD con eosinofilia periférica. Se ha observado eosinofilia en sangre periférica hasta en el 40% de los pacientes con prurito crónico. Son pacientes de edad más avanzada que aquellos sin eosinofilia. El mecanismo patogénico parece más relacionado con un mecanismo inmunomediado, con fenotipo Th2, por lo que se presupone una mejor respuesta terapéutica con inmunomoduladores9–12.
- •
PCOD sin eosinofilia periférica. Suelen ser pacientes con antecedentes de enfermedad neurológica o psiquiátrica, lo que podría indicar una etiología del prurito más relacionada con la sensibilización de las fibras nerviosas. Se presupone que este subgrupo respondería mejor a tratamientos como la gabapentina o la pregabalina9–12.
Atendiendo a los datos de una serie alemana de 263 pacientes, la presentación clínica del PCOD es generalmente superior a un año (78%), con prurito diario (68%) y con episodios o «ataques» de prurito (73%), además de aparecer con frecuencia sensación disestésica como quemazón, hormigueo o escozor2.
TratamientoEl tratamiento del PCOD representa un reto para el dermatólogo debido, fundamentalmente, a que por propia definición del problema no se conocen con certeza sus causas y mecanismos patogénicos. Actualmente no existen medicamentos con aprobaciones específicas para el tratamiento del PCOD13. Las pautas recomendadas se basan en un nivel de evidencia moderado-bajo, procedente de casos aislados, series de casos y ensayos clínicos de calidad limitada. Además, no todas las guías clínicas para el prurito crónico emiten recomendaciones específicas para el PCOD (tabla 2).
Recomendaciones terapéuticas emitidas por las guías clínicas y revisiones que incluyen el tratamiento específico del paciente con prurito crónico de origen desconocido
Sutaria et al.14, 2022 | Guía clínica de la British Association of Dermatology 201815 | Guía clínica europea S2k1 | |
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Antihistamínicos sedantes | Sin recomendación específica para PCOD | Antihistamínicos sedantes (hidroxizina) solo recomendados para el corto plazo o en escenario paliativo | Para el tratamiento del PCOD, loratadina 10mg, fexofenadina 180mg o cetirizina 10mg son útilesLos antihistamínicos de 1.ª generación deben ser evitados en el anciano |
Antihistamínicos no sedantes | Sin recomendación específica para PCOD | Considerar antihistamínicos no sedantes (fexofenadina), o loratadina, o moderadamente sedantes (cetirizina).Considerar combinaciones de antiH1 y antiH2 | Los antihistamínicos de 2.ª generación pueden ser útiles en el anciano con prurito crónico |
Análogos GABA | Indicados en PCOD sin diferenciación Th2e (sin eosinofilia) | Considerar gabapentina, pregabalina | Sugiere el tratamiento con gabapentina y pregabalina en el prurito crónico refractario y PCOD |
Antidepresivos | No especifica indicaciones para PCODMirtazapina a dosis bajas es particularmente útil en el prurito nocturno por sus propiedades sedantesDebe ser usado con precaución en edad avanzada debido a efectos anticolinérgicos | Considerar paroxetina, fluvoxamina, mirtazapina | Se recomiendan los antidepresivos selectivos (paroxetina, doxepina, mirtazapina y amitriptilina) para el prurito crónico refractario |
InmunomoduladoresAzatioprina, metotrexato | Los inmunosupresores e inmunomoduladores pueden ser opciones terapéuticas razonables en pacientes con PCOD y diferenciación Th2 | Azatioprina 25-175mg/d parece reducir el PCOD | Sin recomendación específica para PCOD |
Moduladores de opiáceosNaltrexona, naloxona, butorfanol | Indicado en prurito refractario de varias etiologías | Considerar naltrexona y butorfanol | Sin recomendación específica para PCOD |
Inhibidores 5HTOndansetrón, granisetrón | No sugerida para el tratamiento del prurito crónico | Considerar ondansetrón | Sin recomendación específica para PCOD |
DupilumabOmalizumab | Dupilumab, tofacitinib: tratamiento del PCOD con diferenciación Th2 | Sin recomendación específica para PCOD | Sin recomendación específica para PCOD |
Inhibidores NK1Aprepitant, serlpopitant | Sin recomendación específica para PCOD | Considerar aprepitant | Sin recomendación específica para PCODSe sugiere el uso de antagonistas NKR1 en prurito crónico refractario y prurigo crónico (serlopitant) |
FototerapiaUVB-BE y UVA | La fototerapia con UVB-BE puede ser una opción terapéutica razonable en pacientes con PCOD y diferenciación Th2 | Los pacientes con PCOD se benefician a menudo de la fototerapia | Sin recomendación especifica en PCOD |
AntiH1: antagonistas del receptor de la histamina tipo H1; AntiH2: antagonistas del receptor de la histamina tipo H2; ISRS: inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina; PCOD: prurito crónico de origen desconocido; UVB-BE: ultravioleta B de banda estrecha.
El perfil del prurito en el paciente con PCOD, frecuentemente generalizado, sin lesiones cutáneas, con exacerbaciones nocturnas, etc. requerirá en la mayoría de las ocasiones de un tratamiento sistémico. La tabla 2 describe las recomendaciones emitidas por las guías clínicas para cada una de las opciones terapéuticas evaluadas en el paciente con PCOD. Las recomendaciones incluyen un uso limitado de los antihistamínicos, así como de los análogos del ácido gamma-aminobutírico (GABA), los moduladores de receptores opioides y los antidepresivos como pilares fundamentales del tratamiento del PCOD. Deberán acompañarse de medidas higiénico-dietéticas y tópicas para el cuidado adecuado de la integridad cutánea.
AntihistamínicosLos antihistamínicos tienen una eficacia limitada para tratar los casos de prurito crónico, ya que la mayoría de sus causas generan picor persistente a través de vías no histaminérgicas8. Por otra parte, no existen ensayos clínicos de calidad que hayan evaluado los efectos de los antihistamínicos en pacientes con PCOD16. Sin embargo, el desconocimiento de las vías fisiopatológicas del PCOD, el hecho de que las guías clínicas sobre prurito crónico continúen recomendando los antihistamínicos como parte de su tratamiento, y nuestra limitada disponibilidad de tratamientos efectivos para el control del PCOD, hacen que se siga planteando como primera línea terapéutica un ensayo con antihistamínicos, especialmente en aquellos pacientes que no han seguido una pauta adecuada en cuanto a posología y dosis. En cuanto al empleo de antihistamínicos sedantes o de 2.ª-3.ª generación, la toma de decisiones debe basarse tanto en la edad como en el perfil clínico y comorbilidades del paciente. Los antihistamínicos sedantes, especialmente la hidroxizina, pueden ofrecerse en pacientes con prurito con exacerbaciones nocturnas o con alteraciones del patrón de sueño y deben evitarse en pacientes con riesgo de obstrucción urinaria (p. ej. hiperplasia prostática benigna), trastornos cognitivos (demencia) o edad avanzada, debido al riesgo de efectos anticolinérgicos (retención urinaria, boca seca y náuseas) y demencia, derivado de su uso prolongado. En cualquier caso, este tipo de antihistamínicos se emplearán durante períodos cortos de tratamiento15. Los antihistamínicos no sedantes (fexofenadina, loratadina y desloratadina) o mínimamente sedantes (cetirizina), deben considerarse como primera línea terapéutica en pacientes con prurito crónico con riesgo de potenciación de efectos anticolinérgicos, especialmente en pacientes de edad avanzada. Pueden usarse dosis unitarias de una a 4 veces al día, durante un plazo de 4 a 6 semanas para observar respuesta terapéutica, y en caso de observar respuesta favorable pueden mantenerse durante períodos prolongados de tiempo.
Análogos del ácido gamma-aminobutíricoLos efectos beneficiosos de la gabapentina y la pregabalina en pacientes con PCOD han sido demostrados tanto en series de casos como en ensayos clínicos (no aleatorizados), respectivamente14–19. Por ello, las guías clínicas incorporan los análogos de GABA en las primeras líneas de tratamiento del PCOD, con un nivel de evidencia y fuerza de recomendación medio-bajo (nivel de evidencia 3, fuerza de recomendación D, en la guía de la British Association of Dermatology)15.
La pregabalina es un medicamento más reciente, más potente y con una absorción más rápida.
Tanto la gabapentina como la pregabalina suelen tolerarse bien. Sus efectos adversos más frecuentes se describen en la tabla 3. Debe evitarse el consumo de alcohol, en tanto que este potencia los efectos gabapentinoides y aumenta el riesgo de efectos adversos graves. En raras ocasiones la gabapentina puede causar pancitopenia, colestasis, síndrome de hipersensibilidad y discinesia18,19.
Posología y efectos adversos más frecuentes de los fármacos más utilizados
Posología | Efectos adversos más frecuentes | |
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Antihistamínicos | Hidroxizina 25mg/díaDesloratadina 5mg/8hFexofenadina 180mg/8hLoratadina 10mg/8hCetirizina 10mg/8h | Somnolencia, cefalea, fatigaPrecaución en pacientes con glaucoma, obstrucción del tracto urinario, disminución de la motilidad gastrointestinal, miastenia grave o demencia |
CansancioSequedad de bocaCefalea | ||
Análogos GABA | Gabapentina: dosis máxima 1.800mg/día.Día 1: 300mg en dosis única.Día 2: 300mg/12hDía 3: 300mg/8hSi no se alcanza el efecto deseado: incrementar hasta 600mg cada 8 horas en 3-4semanas31 | Infección viralSomnolenciaMareoDescoordinaciónDebilidad, fiebre |
Pregabalina dosis máxima: 300mg/díaFase 1 (2-3 semanas): 25mg/díaFase 2 (2-3 semanas): 75mg/12hFase 3: 150mg cada 12horas, alcanzados tras aumentos paulatinos durante 5-8 semanas | MareoSomnolenciaCefalea | |
Análogos opioides | Naltrexona dosis inicial de 25mg/día hasta alcanzar los 50mg/día | Nerviosismo, ansiedadInsomnioCefaleaDolor abdominalNáuseas, vómitosDebilidad, astenia |
Antidepresivos | Paroxetina 20mg/díaFluvoxamina 25mg/díaMirtazapina 15mg/día | NáuseasDisfunción sexual |
Ambos medicamentos deben administrarse siguiendo unos esquemas de dosis inicial e incrementos de dosis adecuadamente controlados (tabla 3), y una pauta de reducción progresiva de la dosis. Se administran en varias tomas a lo largo del día, con una de las administraciones en el momento de ir a dormir, con el objetivo de mejorar la tolerancia y actuar frente a las exacerbaciones nocturnas del prurito.
AntidepresivosLos antidepresivos estudiados para el tratamiento del prurito crónico en ausencia de trastorno afectivo pertenecen a los grupos de los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS: paroxetina, fluvoxamina, citalopram y fluoxetina), inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina y noradrenalina (mirtazapina) y antidepresivos tricíclicos (ADT: doxepina y amitriptilina). El antidepresivo con mayor evidencia de uso en el tratamiento del prurito es la paroxetina, administrada a dosis de 20mg/día durante al menos 4-6 semanas20. En algunos casos se ha utilizado a dosis mayores (hasta 40mg/día)8. La administración de fluvoxamina 25mg/día también ha demostrado efectos beneficiosos en series de pacientes con PCOD21. Con respecto a la mirtazapina, aunque se han descrito efectos beneficiosos en algunos casos22, especialmente en casos con trastornos del sueño concomitantes (prurito nocturno)16, la evidencia a favor de este tratamiento es escasa, por lo que su recomendación en el tratamiento del PCOD es controvertida20,23,24. El control del prurito con los ISRS no comienza hasta pasadas 2-3 semanas desde su inicio, y la respuesta máxima se alcanza habitualmente a las 4-6 semanas1.
Los efectos adversos de los antidepresivos son frecuentes e incluyen somnolencia, fatiga y cefaleas, generalmente al inicio del tratamiento. Aunque los ISRS, como la paroxetina, pueden ser efectivos en el anciano, pueden incrementar el riesgo de disfunción eréctil e insomnio (tabla 3). Por último, los antidepresivos tricíclicos, como la doxepina y amitriptilina, deben evitarse en el anciano debido a sus efectos anticolinérgicos1.
InmunomoduladoresAunque los inmunomoduladores e inmunosupresores han mostrado eficacia en pacientes con PCOD que presentan una marcada diferenciación Th29–12, las guías clínicas no incluyen los inmunomoduladores entre las opciones recomendadas para el manejo del PCOD (tabla 2). El metotrexato se ha mostrado beneficioso en el tratamiento del prurito, particularmente en pacientes de edad avanzada12. La azatioprina se ha mostrado eficaz, a dosis de 25mg/d a 125mg/d, en una serie amplia de pacientes con PCOD, aunque con elevada frecuencia de efectos adversos15,25. Por lo tanto, la toxicidad de este grupo terapéutico hace que su uso esté limitado por el perfil de comorbilidades y contraindicaciones del paciente y la posibilidad de realizar un seguimiento estrecho. Además, antes de iniciar el metotrexato o la azatioprina como tratamiento del PCOD es necesario descartar la posibilidad de prurito paraneoplásico.
Moduladores de opiáceosLos receptores de opioides han sido identificados como agentes clave en la fisiopatología del prurito crónico y se han demostrado efectos propruriginosos de los receptores opioides-mu (MOR), así como efectos antipruriginosos de los receptores opioides-kappa (KOR)26,27. El opioide con más evidencia en el tratamiento del PCOD es la naltrexona, un antagonista MOR que ha mostrado resultados favorables en series de casos y en ensayos clínicos abiertos26. La dosis generalmente utilizada es de 50mg/día8,26,27, aunque en algunas ocasiones se han utilizado 150mg/día sin efectos negativos. La naltrexona suele tolerarse bien, y sus efectos secundarios (tabla 3) suelen desarrollarse durante las 2 primeras semanas de tratamiento. Para disminuir estos efectos adversos se sugiere un inicio de tratamiento gradual, con dosis iniciales de 25mg/d lentamente crecientes.
Inhibidores de la neuroquinina-1Los inhibidores de la neuroquinina-1 (aprepitant y serlopitant) han sido estudiados en series cortas de pacientes con prurito recalcitrante de múltiples etiologías14, con mejoría del prurito en escasos pacientes con PCOD y con resultados contradictorios en otros estudios realizados8,20,28. Esto, unido a su elevado coste, lleva a que las guías clínicas sobre prurito crónico no emitan recomendaciones sobre su uso en el PCOD.
Anticuerpos monoclonales y moléculas pequeñas inhibidorasAunque la evidencia que respalda su uso es limitada, los medicamentos biológicos han sido empleados en el tratamiento del prurito crónico. Dupilumab, anticuerpo monoclonal que bloquea los receptores de IL-4 e IL-13, ha mostrado eficacia en pacientes con PCOD7,13,29, en quienes reduce la inflamación mediada por Th2, aunque algunos pacientes pueden necesitar mucho tiempo para alcanzar el efecto deseado (media de 19 meses). Tofacitinib, inhibidor de la JAK1 quinasa y modulador de la diferenciación Th2, también ha demostrado reducir el prurito en este perfil de paciente14. Sin embargo, las guías clínicas sobre prurito crónico no emiten recomendaciones respecto al uso de los anticuerpos monoclonales en pacientes con prurito crónico de origen diferente a la urticaria crónica o dermatitis atópica (tabla 2)1.
FototerapiaEl uso de la fototerapia UVB-BE en el paciente con prurito generalizado de causa no conocida es controvertido30, por lo que las guías disponibles, a excepción de la guía británica, no emiten recomendaciones en cuanto a su indicación1,14,15. La guía británica plantea que los pacientes con PCOD a menudo se benefician del tratamiento con radiación ultravioleta, aunque con un nivel de recomendación bajo (tabla 2).
Algoritmo terapéutico para el paciente con prurito crónico de origen desconocidoA partir de las recomendaciones terapéuticas de las guías, y teniendo en cuenta el nivel de evidencia medio-bajo que respalda estas recomendaciones, la figura 1 describe un algoritmo de toma de decisiones terapéuticas aplicado en la práctica clínica. La posología recomendada de los fármacos, así como sus efectos adversos más frecuentes, se describen en la tabla 3.
Propuesta de algoritmo terapéutico en paciente con prurito crónico de origen desconocido.
aCada 6-8 horas durante mínimo 4-6 semanas.
ERC: enfermedad renal crónica; EPOC: enfermedad pulmonar obstructiva crónica; HPB: hiperplasia prostática benigna; ISRS: inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina; UVB-BE: ultravioleta B de banda estrecha.
Una vez clasificado el cuadro como PCOD (tabla 1) y registrada la historia terapéutica del paciente, comorbilidades y posibles contraindicaciones, si el paciente no ha recibido antihistamínicos con anterioridad con una posología adecuada se procede al inicio de una prueba con antihistamínicos (fig. 1). En pacientes jóvenes con trastornos del sueño motivados por el prurito puede plantearse el empleo de hidroxizina en una toma por la noche. En caso de respuesta terapéutica favorable se plantea la suspensión del antihistamínico sedante a las 4 a 6 semanas, mientras que los antihistamínicos no sedantes pueden mantenerse de forma más prolongada si proporcionan respuesta terapéutica favorable. Como segunda línea terapéutica, en pacientes resistentes al tratamiento con antihistamínicos, se plantea el inicio de análogos de GABA, comenzando por la pregabalina, y en caso de falta de respuesta gabapentina. Ante contraindicación para el uso de análogos de GABA o su ineficacia se puede valorar, según el perfil del paciente, el inicio de tratamiento con paroxetina o iniciar tratamiento directamente con naltrexona. Aunque la evidencia de la fototerapia en pacientes con PCOD es baja, su favorable perfil de seguridad permite su empleo en pacientes con PCOD incluso de edad avanzada, especialmente el UVB-BE. Ante la falta de respuesta a estas opciones terapéuticas, y en aquellos pacientes con hallazgos sugestivos de un perfil Th2, puede plantearse una prueba terapéutica con fármacos inmunomoduladores (metotrexato, azatioprina y corticoides sistémicos) (fig. 1).En resumen:
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Debe evitarse el diagnóstico de PCOD en pacientes cuyo prurito puede explicarse por cualquier otro mecanismo.
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El diagnóstico de PCOD tan solo debe emplearse cuando se haya completado un panel exhaustivo de exploraciones físicas y pruebas complementarias basales y orientadas según la sospecha (tabla 1).
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El paciente con PCOD requiere tratamiento sistémico.
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Aquellos pacientes sin respuesta terapéutica mantenida con antihistamínicos no sedantes deben suspender este tratamiento para avanzar en la escalera terapéutica.
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Los medicamentos de uso sistémico para el tratamiento del PCOD son usos fuera de ficha técnica, por lo que requerirán de los trámites administrativos habituales en cada centro. El paciente deberá ser informado y los efectos adversos identificados en la historia clínica.
Vidal A. y Moreno-Ramírez D. han contribuido de forma equivalente a la elaboración y proceso de escritura del presente manuscrito.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.