El colgajo centollo fue diseñado recientemente por Russo et al.1 para reconstruir defectos quirúrgicos triangulares. Se trata de un colgajo de doble transposición que se comporta como una doble Z-plastia a cada lado del triángulo, permitiendo el cierre central con una cicatriz final en «W» (fig. 1).
Diseño del colgajo centollo en piel de cerdo. A) Del punto central de los lados del triángulo se dibujan los dos colgajos laterales de transposición que simulan los brazos del centollo. Estos colgajos laterales medirán la mitad (a/2) de la longitud de la base del triángulo (a) y con ángulos (punto negro) de 60°. B) Extirpación del triángulo que supondrá el defecto quirúrgico y disección de ambos colgajos. C) Punto central de sutura que parte de la base del defecto triangular y pasa por los vértices internos de los colgajos laterales. D) Cierre del defecto con ese único punto central. E) Resultado final tras la sutura completa del colgajo.
Con el objetivo de cuantificar parámetros que pudieran valorar objetivamente la viabilidad de este nuevo colgajo, los autores midieron en ese trabajo las tensiones generadas en los bordes del colgajo mediante un modelo experimental con piel de cerdo y un tensiómetro digital. Estos mismos autores habían medido previamente en otro trabajo2, las tensiones generadas en los bordes de colgajos clásicos de rotación, avance y transposición y pudieron comparar objetivamente las tensiones de este nuevo colgajo con respecto a las de los colgajos clásicos.
Por otro lado, Vieira et al. publicaron un estudio3 en el que pudieron medir in vivo la vascularización de los colgajos clásicos mediante un láser de contraste de imagen por puntos. Esta medición directa del flujo vascular podría complementar las medidas de tensión de los bordes del colgajo, al ser ambas medidas objetivas que se relacionan directamente con la viabilidad del colgajo4,5. Por ello decidimos medir in vivo el flujo vascular del nuevo colgajo centollo con el mismo sistema láser empleado en el estudio previo y poder comparar objetivamente con los parámetros de vascularización obtenidos en los colgajos clásicos.
Se le extirpó ampliamente un carcinoma espinocelular de mejilla a un paciente de 67 años siguiendo un diseño triangular y se reconstruyó mediante un colgajo centollo (fig. 2).
Colgajo centollo. A) Diseño de los colgajos laterales de transposición en el vértice inferior izquierdo del triángulo. En el margen superior izquierdo se detallan los ángulos y medidas del colgajo. B) Resultado final. Esquema de la cicatriz tras la sutura del colgajo, en margen superior derecho.
Para medir el flujo vascular se empleó un láser de contraste de imagen por puntos (PeriCam PSI NR, Jarfalla, Suecia) y un Software PIM Soft version 1.5.4.8078, Jarfalla, Suecia.
Se evaluó la perfusión media del colgajo centollo en tres momentos: basal previo a la intervención, con el colgajo disecado y con el colgajo suturado. Y estas medidas se hicieron en 4 puntos a lo largo del colgajo: en la base del colgajo, tercio proximal, tercio distal y punta del colgajo.
Los datos obtenidos del flujo vascular del colgajo centollo demuestran cómo la conductabilidad vascular cutánea en situación basal fue de 3,012 unidades de perfusión arbitraria (UPA)/mmHg. Cuando se disecó el colgajo disminuyó a 2,347 UPA/mmHg y se redujo aún más a 2,321 UPA/mmHg cuando se suturó el colgajo (tabla 1 delmaterial suplementario). La perfusión media disminuyó un 23,7% cuando el colgajo centollo fue disecado y un 27,8% cuando el colgajo fue suturado.
Cuando medimos esta perfusión vascular en la base del colgajo, el tercio medio, el tercio distal y la punta del colgajo observamos cómo al disecar y suturar el colgajo, la perfusión disminuyó a medida que nos fuimos alejando de la base. La presión de perfusión de la punta del colgajo después de suturarlo alcanzó el 40% de la perfusión de la base del colgajo.
Cuando comparamos los resultados de flujo vascular del colgajo centollo obtenidos en este estudio, con los obtenidos por los mismos autores en estudios anteriores con colgajos clásicos de rotación, avance y transposición3, observamos cómo la disminución de la perfusión media del colgajo con respecto a la perfusión basal alcanza el 58,34% en el caso del colgajo de rotación. En el colgajo de avance supone una disminución del 48,74% y en el de transposición un 57,85%. Sin embargo en el colgajo centollo, la disminución de la perfusión media ha demostrado ser tan solo del 22,93%.
Por otro lado combinando estos datos con los obtenidos en estudios previos1,2 sobre las tensiones máximas en los bordes de los colgajos suturados, observamos que el colgajo de rotación es el que alcanza menores tensiones (4,27 newtons), siendo el colgajo centollo el segundo de ellos (4,42N), mientras que el colgajo de avance es el que presenta tensiones más altas (6,05N). (tabla 2 del material suplementario).
Es interesante observar cómo la imagen del flujo vascular obtenida in vivo con el láser de contraste de imagen por puntos se correlaciona exactamente con el esquema de vectores de tensiones ex vivo de los bordes del colgajo centollo ya suturado (fig. 3). Esto apoya la hipótesis de que ambos parámetros se complementan en la valoración de la viabilidad de los nuevos colgajos.
Correlación directa entre la imagen del flujo vascular con el esquema de vectores de tensión. En la imagen de la izquierda se representa el flujo vascular: el color rojo indica máxima perfusión y a medida que la vascularización disminuye la escala de colores va degradando hasta llegar al azul-negro que representa la mínima perfusión. En la imagen de la derecha están representados los vectores de tensión en cada punto, de forma que la longitud de las flechas indica la magnitud de las tensiones. El vector central señalado con 3 flechas rojas es el punto de máxima tensión y se corresponde exactamente en la imagen de flujos de la izquierda con el área central de mínimo flujo vascular de color azul-negro. La silueta de la cicatriz en «W» donde se concentran las tensiones se corresponde exactamente con la imagen de los flujos en color azul.
En conclusión, cuando combinamos los resultados de flujo vascular de este caso reconstruido mediante un colgajo centollo con los datos previos de vascularización y tensión de colgajos clásicos de rotación, avance y transposición obtenidos por los mismos autores, podemos observar que el colgajo centollo es el que menos disminuye su perfusión al ser suturado y el segundo en conseguir la mínima tensión de los bordes. Estos parámetros reflejan la excelente viabilidad del colgajo centollo y lo convierte en una buena opción quirúrgica reconstructiva incluso en zonas anatómicas de elevada tensión basal o con mala vascularización.
Aunque este estudio intenta aportar parámetros objetivos para valorar la viabilidad de los nuevos colgajos, son necesarios más casos para valorar los distintos parámetros que puedan influir en la vascularización de los colgajos, como la zona anatómica, edad del paciente e incluso la experiencia del cirujano.
FinanciaciónNo hay entidad financiadora de la investigación ni becas.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.