El aceite del árbol del té es un aceite esencial que puede estar presente en distintos productos de uso habitual, tales como cosméticos, productos del hogar, aceites de masaje, velas aromáticas, enjuagues bucales o productos de higiene personal1–3. Se le atribuye una capacidad antioxidante, antibacteriana, antifúngica, antiviral, antiprotozoaria y antitumoral4. Se suele aplicar de forma tópica, con una concentración que varía entre un 5 y un 10%2, para el tratamiento del acné, la dermatitis seborreica, las quemaduras, las infecciones fúngicas e incluso las gingivitis crónicas4.
Se describen dos nuevos casos de dermatitis alérgica de contacto por aceite del árbol del té. El primer caso (fig. 1) corresponde a una niña de cuatro años de edad que presentaba un cuadro de lesiones eccematosas en los pies tras pasar 10 días en un campamento de verano. La paciente fue diagnosticada de tiña pedis y había realizado un tratamiento con un producto que contenía aceite del árbol del té. El segundo caso (fig. 2) corresponde a un varón de 42 años de edad que presentaba lesiones eccematosas en los párpados y en las piernas de más de un año de evolución, con un empeoramiento tras la aplicación tópica de aceite del árbol del té durante el último brote.
En ambos casos se realizó un estudio epicutáneo aplicando la batería estándar del Grupo Español para la Investigación de la Dermatitis de Contacto y Alergia Cutánea (GEIDAC) y las series de plantas y cosméticos (Chemotechnique Diagnostic®). Además, en el primer caso se realizó un estudio con alpha-pineno y limoneno, componentes del árbol del té de los que disponíamos. Se hicieron lecturas en D2 y D4 según los criterios del International Contact Dermatitis Research Group (ICDRG) y se encontraron resultados positivos para la colofonia, en la serie estándar y para el aceite del árbol del té, en la serie de cosméticos en ambos casos. El diagnóstico en los dos pacientes fue de dermatitis alérgica de contacto al aceite del árbol del té con relevancia presente.
El aceite del árbol del té es un aceite esencial volátil compuesto por una mezcla de hidrocarburos terpénicos y alcoholes terciarios, destilada de las hojas del árbol Melaleuca alternifolia1,2,4, un árbol de origen australiano, que pertenece a la familia Myrtaceae e incluye alrededor de 3.000 especies1.
Aunque contiene más de 100 componentes, en la actualidad, una norma internacional establece las cantidades máximas y/o mínimas para 14 componentes del aceite esencial. Sin embargo, es muy complicado definir cuáles son los componentes exactos que causan la dermatitis alérgica de contacto, ya que están presentes más de un centenar de sustancias químicas distintas, con una concentración variable en cada producto comercializado, a lo que se suma, en ocasiones, una utilidad limitada del etiquetado. Existen factores capaces de alterar este aceite, como la destilación y la oxidación. La oxidación del aceite esencial potencia hasta tres veces su capacidad sensibilizante3,5 y puede producirse por su exposición al aire o a la luz.
El aceite del árbol del té es tóxico por vía oral4,6 y puede causar vómitos, diarrea, alucinaciones o coma3. Aunque la aplicación tópica de este aceite se considera segura, se han descrito distintas reacciones cutáneas asociadas a su uso: dermatitis irritativa, prurito, eritema, eritema multiforme-like, enfermedad IgA lineal, reacciones sistémicas de hipersensibilidad y anafilaxia1,4,7.
En los casos descritos observamos reacciones positivas al aceite del árbol del té al 5% y a la colofonia al 20%, consideradas como de relevancia presente y de reacción cruzada, respectivamente, en ambos pacientes. La reacción cruzada con la colofonia ya ha sido descrita previamente en la literatura8,9. En el primer caso, se realizó una ampliación del estudio epicutáneo inicial con alpha-pineno y limoneno cuyos resultados fueron negativos. El limoneno es uno de los componentes del aceite del árbol del té y su positividad puede ser la clave para sospechar una posible alergia de contacto al aceite del árbol del té.
El aceite del árbol del té es un aceite esencial con un elevado poder sensibilizante, especialmente en su forma oxidada. Aunque la dermatitis alérgica de contacto por este aceite se consideraba como infrecuente en nuestro medio, en los últimos años ha aumentado su incidencia por la popularidad de las terapias alternativas y su presencia en distintos productos de uso habitual. En las pruebas epicutáneas, la positividad del limoneno puede ser la clave para sospechar una posible alergia de contacto al aceite del árbol del té y la reacción cruzada con la colofonia puede estar presente.
Desde 1991 hay aproximadamente 100 casos descritos de dermatitis alérgica de contacto por aceite del árbol del té, de los cuales, sólo cinco se han descrito en España10. Aportamos dos nuevos casos, siendo uno de ellos el primer caso de dermatitis alérgica de contacto en España por este aceite esencial en una niña.
FinanciaciónEste trabajo no ha recibido ningún tipo de financiación.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.