La percepción de la Dermatología está sesgada en la sociedad actual. Parte de la población la consideran una especialidad banal y sencilla donde la principal motivación del dermatólogo es el económico. No obstante, la Dermatología es una especialidad médico-quirúrgica, amplia y compleja, que engloba la piel, los anejos y las mucosas y abarca múltiples áreas de conocimiento como la oncología cutánea, dermatopatología, inmunodermatología, venereología, cirugía, etc.1,2. Asimismo, las enfermedades dermatológicas representan una de las causas más frecuentes de demanda de Atención Primaria, siendo una de las especialidades con mayor necesidad de valoración por especialista y con mayor número de derivaciones3. Además, las patologías dermatológicas tienen un gran impacto en la calidad de vida de pacientes y convivientes, suponiendo un importante gasto para el sistema sanitario4. La percepción errónea sobre la Dermatología en la sociedad podría deberse en parte al desconocimiento sobre nuestra especialidad5.

Por ello, el objetivo de este estudio es evaluar la opinión de los alumnos de cuarto de medicina sobre la Dermatología y valorar el impacto que ejerce el curso de la asignatura de Dermatología en su percepción.

Para ello, diseñamos un estudio transversal en el que incluimos a alumnos de cuarto de medicina que cursaran la asignatura de Dermatología durante el curso académico 2021-2022 en la Faculta de Medicina de la Universidad de Granada. Se incluyeron alumnos que asistieran a los seminarios de Dermatología y se dividieron en dos grupos: aquellos que asistieron al inicio del curso (15 marzo-15 abril) y aquellos que asistieron al final del mismo (1-30 mayo). Se les preguntó por los aspectos positivos y negativos de la especialidad a través de la herramienta Mentimeter6.

Fueron incluidos 45 estudiantes en el estudio, contestando 26 al inicio de la asignatura y 19 al final. Al inicio del curso, los aspectos positivos que los estudiantes destacaron sobre la especialidad fueron el dinero, la ausencia de guardias, y la calidad de vida (fig. 1A), mientras que entre los aspectos negativos opinaban que la especialidad era monótona (fig. 1B). Tras finalizar la asignatura, los estudiantes destacaron como positivo de la Dermatología que es una especialidad interesante, integral, sin guardias y con posibilidad de ejercer en la privada (fig. 2A). Como aspectos negativos destacaron que es una especialidad muy demandad con acceso difícil y diagnósticos complicados (fig. 2B).

Figura 1.

Percepción de los estudiantes de medicina al inicio del curso sobre A) aspectos positivos de la especialidad y B) aspectos negativos de la especialidad.

(0,22MB).

Figura 2.

Percepción de los estudiantes de medicina al final del curso sobre A) aspectos positivos de la especialidad y B) aspectos negativos de la especialidad.

(0,27MB).

Este estudio refleja que la visión inicial sobre la Dermatología está relacionada con una buena calidad de vida y posición económica, mientras que tras finalizar el curso los estudiantes tienen una visión más realista de la especialidad y la consideran una especialidad integral, compleja y con posibilidades laborales.

Un estudio italiano reflejó que la mayor parte de la población conocía al menos una enfermedad cutánea (psoriasis, dermatitis, urticaria, tumores cutáneos, nevus) y que el dermatólogo era el segundo profesional sanitario al que consultaban en caso de problemas cutáneos, tras el médico de familia. No obstante, en la patología cutánea infantil solo 38% señaló al dermatólogo como especialista de referencia7. Por otro lado, en una investigación realizada en EE. UU. más de la mitad de los encuestados opinaban que los dermatólogos tenían una profesión menos crítica y que su trabajo era más fácil que el de los médicos de atención primaria o los cardiólogos. Además, más de 90% de los entrevistados consideraban que los dermatólogos trabajan menos horas, y hasta un tercio de los participantes creían que los dermatólogos dedican la mayor parte de su tiempo a realizar procedimientos cosméticos. Con relación al ámbito económico, el público percibía que los dermatólogos ganaban más que los médicos de atención primaria, pero menos que los cardiólogos o los cirujanos plásticos. Los autores consideran que esta opinión sobre la Dermatología se debe en parte al desconocimiento sobre nuestra actividad y evidenciaron la necesidad de llevar a cabo actividades educacionales en la población para que conozcan la realidad sobre la especialidad de Dermatología8.

En este sentido, estudios previos realizados también en estudiantes de Dermatología han observado que la percepción sobre la especialidad y la figura del dermatólogo mejoran tras cursar la asignatura9. Además, actualmente, la Fundación Piel Sana de la Academia Española de Dermatología está ejerciendo campañas de promoción para dar a conocer la Dermatología y la actividad del dermatólogo a la población general10.

Este estudio tiene algunas limitaciones como su tamaño muestra limitado y la ausencia de seguimiento. Entre sus fortalezas destaca que hay pocas investigaciones que analicen la visión de los estudiantes de medicina sobre la especialidad utilizando nuevas tecnologías y evaluando el impacto que ejerce el curso de la asignatura.

En conclusión, este estudio refleja que la visión sobre la Dermatología se ve modificada tras cursar la asignatura y pone en evidencia la importancia de ejercer una labor formativa sobre la visión del dermatólogo y la especialidad tanto en las aulas como en la sociedad.