La hidradenitis supurativa (HS) es una enfermedad inflamatoria crónica que se caracteriza por la aparición recurrente de lesiones nodulares y abscesiformes especialmente en pliegues, dolorosas, que progresan hacia fístulas, cicatrización y fibrosis; lo que conlleva una gran morbilidad local y un grave deterioro de la calidad de vida de los pacientes que la sufren.
En este número de Actas Dermosifiliográficas, se presentan las características clínicas de una serie de 66 pacientes1, en los que llama la atención la enorme latencia diagnóstica. Hasta 7 años es el tiempo entre la aparición de los síntomas y el diagnóstico de la enfermedad, lo que implica un daño estructural irreversible en muchos de estos pacientes, impidiendo que puedan beneficiarse de los últimos avances que han tenido lugar en el manejo y tratamiento de la HS. También los autores identifican un determinado perfil de pacientes (pacientes masculinos, afectación perianal y glútea) con un mayor riesgo de progresión y peor pronóstico.
Otro aspecto reseñable es la frecuente asociación de comorbilidades como el tabaquismo y la obesidad. También las comorbilidades psiquiátricas (depresión y ansiedad) se observan en un alto porcentaje, con las que la HS pudiera compartir algún mecanismo patogénico común.
Es necesario conocer los diferentes perfiles de la HS, especialmente los casos con una mayor carga de enfermedad, tanto los dermatólogos como el resto de profesionales sanitarios (Médicos de Familia, Ginecólogos, Cirujanos Generales) implicados en el cuidado de estos pacientes, debiendo realizar un abordaje integral de la HS, familiarizándose con las escalas de gravedad de la enfermedad y de evaluación del picor, el dolor y la calidad de vida; y utilizando herramientas de imagen como la ecografía cutánea para su correcta estadificación y monitorización2.
El diagnóstico precoz y una intervención terapéutica temprana para controlar su actividad inflamatoria y conseguir modificar la historia natural de la enfermedad son claves en el manejo de la HS, si queremos reducir de forma significativa la morbilidad y las secuelas que padecen estos pacientes.