Una mujer de 57 años consultó por unas lesiones pruriginosas en el tronco y escozor vulvar de un año de evolución, así como unas lesiones palpebrales levemente pruriginosas aparecidas en las últimas semanas. A la exploración se observaron varias placas nacaradas y ovaladas en el tronco, y atrofia y erosiones en los labios menores, compatibles con un liquen escleroso (LS). En ambos párpados presentaba placas nacaradas, no induradas, sin telangiectasias (fig. 1A). El estudio histopatológico mostró una epidermis adelgazada con degeneración vacuolar y tapones foliculares, y una dermis papilar homogeneizada y eosinofílica con melanófagos y moderado infiltrado linfohistiocitario en la dermis media, diagnóstica de LS (fig. 1B). La analítica, incluyendo función tiroidea y de autoanticuerpos, fue normal. Se pautó tacrolimus tópico al 0,1%, mejorando ligeramente.
En el LS la localización anogenital es la más común. El LS extragenital suele aparecer en el cuello, los hombros, los brazos y el tronco. La afectación facial es excepcional, habiéndose descrito tan solo 7 casos de LS palpebral, pudiendo ser la presentación inicial e incluso la única manifestación, por lo que la histología será necesaria para establecer el diagnóstico. También se han descrito 7 casos de LS facial extrapalpebral, en su mayoría lineales y ocasionalmente con afectación oral. Aunque el LS presenta fenómeno de Koebner, la paciente negaba manipulación palpebral como posible desencadenante.